Las autoridades chinas condenaron a muerte a cuatro personas a raíz de los disturbios ocurridos en julio en la región de Xinjiang, con mayoría musulmana, informaron este jueves los medios estatales

Los cuatro acusados fueron declarados culpables de actividades dentro de “organizaciones terroristas”, de haber preparado artefactos explosivos y de haber preparado y cometido los ataques, precisó la agencia de noticias Nueva China, citando sitio web local tianshannet.com también estatal.

Otros dos acusados fueron condenados a penas de 19 años de cárcel por “complicidad” en los ataques.

Las sentencias fueron dictadas en los tribunales de Kashgar y Hotan, ciudades de los confines occidentales de China.

Los veredictos se refieren al ataque del 18 de julio contra un puesto de policía en Hotan y a dos ataques, los días 30 y 31 de julio, en Kashgar, dijo Nueva China, que da saldo total de 17 muertos y 48 heridos, que al parecer no incluye a los muertes que dejó la respuesta policial.

Tras las asonadas, Zhang Chunxian, jefe del Partido Comunista de Xinjiang, se comprometió a imponer una “línea dura contra el terrorismo”.

Xinjiang es regularmente sacudida por problemas debido a las altas tensiones entre los Han (etnia mayoritaria en China) y los uigures (musulmanes de habla turca).

Muchos de estos denuncian la represión cultural y religiosa en su contra, así como la inmigración masiva de hans, que conducen el desarrollo económico de la región, que sigue siendo pobre pero que es rica en recursos naturales.