Estados Unidos y China sostenían el sábado sus primeras conversaciones sobre la creciente tensión en el Mar del Sur de China, luego que Pekín manifestara su malestar por el respaldo de Washington a los países del sudeste asiático.

Altos funcionarios de las potencias del Pacífico se encontraban reunidos en Honolulu, Hawai, días después que Estados Unidos diera su apoyo a Filipinas y Vietnam, que se declararon alarmados por lo que perciben como una progresiva reafirmación de Pekín en esas aguas.

Kurt Campbell, subsecretario de Estado de Estados Unidos para la región Asia Pacífico, dijo que estaba dispuesto a recordarle a China el fuerte compromiso de su país con la defensa de la libertad de navegación.

“Aspiramos a que las tensiones en la zona sean superadas y a que prevalezca una actitud más calma”, dijo el funcionario a periodistas el viernes en Washington.

Campbell reiteró que Estados Unidos no se inmiscuirá en la disputa territorial entre China y sus vecinos, un punto de contención para algunos legisladores estadounidenses que han exigido al gobierno del presidente Barack Obama un papel más proactivo.

“Estados Unidos no tiene intención de echar leña al fuego en el Mar del Sur de China y sí tiene un muy fuerte interés en el mantenimiento de la paz y la estabilidad en el área”, dijo Campbell.

Pero el representante de mayor rango de China en las conversaciones de Hawai, el viceministro de Asuntos Exteriores Cui Tiankai, advirtió que el apoyo estadounidense a Vietnam y Filipinas “sólo puede complicar” la situación.

“Creo que algunos países están jugando con fuego, y espero que no salgan quemados”, dijo Cui, citado por el diario The Wall Street Journal.

Washington debería limitarse a conminar a “aquellos países que han demostrado muchas veces actitudes provocativas” a que “se contengan y observen un comportamiento más responsable”, agregó.

El encuentro de este sábado entre Estados Unidos y China, que mantienen frecuentes contactos, es el primero específicamente centrado en la región del Asia Pacífico. Las conversaciones fueron decididas durante el Diálogo Estratégico y Económico de alto nivel desarrollado en Washington en mayo.

Campbell dijo que Estados Unidos también conversará con China sobre sus vínculos con Corea del Norte y Birmania, dos de los países más aislados de la dinámica región y que tienen en Pekín a su fuente principal de apoyo.

Pero se espera que las negociaciones se enfoquen en la situación en el Mar del Sur de China, cuyas aguas, potencialmente ricas en petróleo, son objeto de tanto en tanto de conflictos entre China y Brunei, Malasia, Filipinas, Taiwán y Vietnam.

Vietnam realizó recientemente en la zona maniobras militares con fuego vivo tras haber acusado a China de haber saboteado a dos de sus barcos.

Manila también despachó a sus fuerzas navales hacia el Mar del Sur de China, -al cual Filipinas acaba de rebautizar Mar del Oeste de Filipinas- tras acusar a la marina china de disparar sobre pescadores filipinos e instalar una boya y postes en aguas impugnadas.

Estados Unidos prevé realizar en las próximas semanas maniobras militares conjuntas con Filipinas y un intercambio naval con Vietnam, aunque altos funcionarios de Washington dijeron que se trata de ejercicios de rutina.

La secretaria de Estado Hillary Clinton prometió el jueves ayudar a Filipinas a modernizar sus fuerzas navales, cuyo buque insignia es un navío envejecido usado por Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.

“Aun si somos un pequeño país, estamos preparados para hacer lo necesario para defendernos de cualquier acción agresiva en nuestro patio trasero”, comentó el jueves el canciller filipino Albert del Rosario, que se encontraba flanquado de Hillary Clinton.

Una semana antes, Estados Unidos y Vietnam, ex enemigos de guerra, realizaron un llamado conjunto a una resolución pacífica del conflicto en el Mar del Sur de China.