En algunas ocasiones, las madres cuando están amamantando pueden sufrir de un incómodo malestar denominado Mastitis, que es una infección e inflamación del tejido que rodea el lóbulo mamario.

La enfermera de la Clínica de Lactancia de Red Salud UC, Catalina Correa, precisó que la Mastitis se manifiesta por el dolor en el seno que comienza a ser más frecuente, enrojeciéndose la zona, generando mucho malestar y cansancio del cuerpo.

El ardor acompañado por hinchazón y endurecimiento del pecho son otros de los síntomas.

La especialista explicó que las posibles causas podría ser el usar sostenes muy ajustados, dormir boca abajo, o incluso estar fatigada, cansada o estresada, especialmente en la madre primeriza.

Añadió que el signo más claro de sufrir de este malestar son las grietas o fisuras en el pezón, prevenible si es que se mejora la posición del bebé cuando coge el pecho.

Para evitar lo anterior, se debe lograr un buen complemento madre-hijo, comenzando desde el nacimiento y permitiendo a la madre el contacto piel a piel con su recién nacido.

Del mismo modo, iniciar la lactancia dentro de las primeras horas después del parto, permaneciendo con el bebé las 24 horas y dándole pecho cada tres horas. Para ello, es fundamental que el amamantamiento se realice en un ambiente tranquilo, donde tanto la madre como el niño estén cómodos.

“Siéntese y sostenga al bebé de forma tal que la barriguita de él toque su vientre. Sostenga un pecho con la mano y tóquele los labios con el pezón. Cuando abra la boca, acérquelo firmemente a su pecho. El bebé debe tener al menos ½ centímetro de su aréola (la parte oscura del pecho que rodea el pezón) en la boca para que la leche comience a fluir. Si le duelen los pezones, los tiene agrietados o le sangran, el bebé no se ha enganchado correctamente”, explicó la enfermera Correa.

También dijo que es importante que la mamá tome un baño diario para mantener los pechos limpios. Para los casos con dolencias por la Mastitis, tras dar pecho se pueden colocar compresas de agua caliente en la zona para bajar la intensidad del dolor e irritación.

Sostuvo que para estos casos se sugiere crema de lanolina luego del amamantamiento para la cicatrización, y si hay dolor extremo suspender el pecho directo y extraerse la leche cada 3 horas con un sacaleche apropiado, precisó la enfermera de Red Salud UC.

En todo caso, invitó a todas las mamás que tengan dificultad para amamantar tanto en el acople como en el vacimiento de los pechos, a consultar en la Clínica de Lactancia, que se realiza en el Centro de Especialidades Médicas de Red Salud UC y en el Centro Médico San Joaquín.