Al parecer, la fiera competencia en el campo de los tablets y de los teléfonos inteligentes está comenzando a sacar a los protagonistas de sus casillas. De ello no hay mejor ejemplo que el duelo entre Apple y Samsung, luego de que ambas decidieran demandarse (y contrademandarse) por supuesta violación de propiedad intelectual.

La compañía de Steve Jobs abrió los fuegos este lunes cuando recurrió a la Corte de California del Norte para acusar a los coreanos de plagiar sus exitosos iPhone y iPad, buscando obtener la misma apariencia que les es característica.

“En vez de innovar en el desarrollo de una tecnología y estilo propios para sus teléfonos inteligentes y tablets, Samsung optó por copiar la tecnología, interfaz de usuario y el estilo innovador de Apple, en sus productos que transgreden (nuestra propiedad intelectual)”, recoge The Register de las declaraciones de Apple.

“Incluso los íconos en las primeras versiones de los teléfonos de Samsung lucían distintos porque tenían una variedad de formas, en vez de aparecer como un conjunto de íconos cuadrados con esquinas redondeadas”, señala el texto legal.

Ilustración demanda de Apple contra Samsung | Mobilized

Ilustración demanda de Apple contra Samsung | Mobilized

Pero en vez de bajarle el perfil o simplemente defenderse de las acusaciones, Samsung optó por el ataque, y este martes anunció que va a presentar a su vez una demanda en contra de Apple por -también supuestamente- violar sus patentes en estándares de telecomunicaciones.

“Samsung responderá activamente a esta acción legal a través de las medidas apropiadas para proteger nuestra propiedad intelectual. Apple es uno de nuestros principales compradores de pantallas y semiconductores, sin embargo, esta vez no tenemos más opción que responder con firmeza”, declaró a AFP un portavoz de la empresa no especificado.

Y efectivamente, para Samsung es una determinación compleja: durante 2010, Apple ingresó cerca de 5.600 millones de dólares a las arcas de Samsung, algo así como el 4% de sus beneficios totales, que para 2011 se proyectaba crecer hasta los 7.800 millones de dólares.