El gobierno japonés anunció este lunes que se ha detectado un nivel de yodo radioactivo 3 veces superior al límite legal en el agua corriente de un pueblo ubicado a 40 kilómetros de la central nuclear de Fukushima, precisando que no había riesgo para la salud.

El ministerio de Sanidad informó que la cantidad detectada en las muestras tomadas en litatemura era de 965 “becquerel” por kilogramo, consideando que en 300 “becquerel” por kg está fijado el límite al partir del cual se desaconseja beber agua.

Una persona que bebiese un litro de agua con una cantidad de 300 “becquerels” por kg absorbería una cantidad de radiaciones equivalente a una decimocuarta parte de las recibidas durante un viaje en avión entre Tokio y Nueva York, según el ministerio.

“No hay efectos inmediatos para la salud si se consume el agua temporalmente”, declaró uno de los responsables del ministerio, Shogo Misawa. “Pero, por precaución, recomendamos a los habitantes del pueblo a abstenerse de beberla”.

La provincia de Fukushima suministrará agua potable a los 4.000 habitantes de la localidad, según la prensa.

El jueves se detectaron niveles de 308 “becquerels” por kg de yodo 131 radioactivo en Kawamata, otro pueblo de la misma provincia. Esa tasa cayó a 155 el viernes y a 123 el sábado, informó el ministerio.

También se han detectado restos de yodo radioactivo, pero en niveles menores, en la región de Tokio, también según los datos del ministerio de Sanidad.

En la provincias de Fukushima y de Ibaraki, situada entre la central accidentada y la capital japonesa, se detectaron niveles de radioactividad en la leche y en espinacas.