La ley aprobada en Brasil sobre derribo de aviones sospechosos puede ser ineficaz y permitir actos terroristas, alertó en 2009 un cable de la embajada de Estados Unidos en Brasilia, divulgado por WikiLeaks y publicado este domingo por el diario Folha de Sao Paulo.

La alerta diplomática fue motivada por el robo, en marzo de 2009, de un monomotor en un aeroparque en el estado de Goiás (centro oeste), que cayó en el estacionamiento de un centro comercial después de ser acompañado por dos aviones de la Fuerza Aérea que no realizaron disparos de interceptación.

El hombre que robó el monomotor y su hija de 5 años perecieron en el accidente.

De acuerdo con el cable revelado por WikiLeaks, el entonces embajador estadounidense, Clifford Sobel, comentó a sus superiores que el episodio dejó al descubierto “una vulnerabilidad por acciones con potencial terrorista, dado que la acción (de disparar) no habría sido tomada a tiempo”.

Para el diplomático, los militares brasileños siguieron en el episodio estrictamente las normas previstas en la legislación, pero todo el proceso no funcionó lo suficientemente rápido como para tomar una decisión antes de que el avión se estrelle.

En la evaluación de Sobel, “los brasileños consideran que sus procedimientos son eficaces, pero deben buscar formas de acelerar el proceso decisorio durante un potencial ataque terrorista”.

Brasil adotó en 1998 una legislación, que entró plenamente en vigor en 2004, que prevé que aviones sospechosos u hostiles puedan ser derribados mediante una serie de consultas en la escala jerárquica de la Fuerza Aérea y el Ministerio de Defensa, hasta llegar al presidente de la república.

Esa legislación no fue motivada por temores de terrorismo, sino para impedir los centenares de vuelos clandestinos en la región amazónica y las zonas de frontera, y el mecanismo impide que esas acciones represivas ocurran sobre espacios urbanos.

A pesar de esa legislación, Brasil nunca derribó un avión.