Las autoridades chinas alertaron este domingo de que habrá más lluvias en las zonas más afectadas por unas inundaciones que han dejado en lo que va de año al menos 1.100 muertos o desaparecidos.

El país asiático afronta las peores inundaciones en una década. El caudal del río Yangtsé aumentó peligrosamente a causa de las precipitaciones que siguen cayendo en varias regiones del sur.

El Centro Meteorológico Nacional advirtió este domingo que continuarán las lluvias torrenciales en algunas partes de la provincia de Sichuan (suroeste), donde fueron evacuadas 100.000 personas en los últimos días.

Otras zonas, como la provincia vecina de Yunnan, o las provincias orientales de Zhejiang y Fujian, también tendrán fuertes precipitaciones, según el Centro.

El primer ministro, Wen Jiabao, advirtió el sábado de que la situación estaba en un “momento crítico”, y añadió que lo peor podría estar por llegar aún, durante una visita a la provincia de Hubei (centro), donde caminó por las zonas inundadas, en las que el agua del Yangtsé le llegaba a las rodillas.

Las inundaciones, principalmente en la mitad sur del país, han provocado pérdidas económicas por valor de al menos 22.000 millones de dólares y afectado a 120 millones de personas, según el gobierno.