El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este miércoles sanciones militares y financieras contra Irán por sus actividades de enriquecimiento de uranio, en una votación en la cual se opusieron Brasil y Turquía, que impulsaron un acuerdo con los iraníes.

El Consejo de Seguridad aprobó la resolución 1929, impulsada por Estados Unidos y apoyada por Alemania, Francia y Gran Bretaña, por 12 votos contra 2 (Brasil y Turquía) y una abstención (Líbano).

El presidente iraní Mahmud Ahmadinejad advirtió que su país no participará en nuevas negociaciones sobre su programa nuclear si es sometido a nuevas sanciones.

“Ya dije que la administración estadounidense y sus aliados se equivocan si piensan que pueden esgrimir la amenaza de una resolución (con nuevas sanciones) y después sentarse a negociar con nosotros. Eso no sucederá”, afirmó en rueda de prensa.

Ahmadinejad llamó a las potencias occidentales a aceptar el acuerdo elaborado en mayo entre Irán, Turquía y Brasil sobre un canje de combustible nuclear en territorio turco, afirmando que se trata de una oportunidad única.

El proyecto de resolución sobre nuevas sanciones contra Irán, al que la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton calificó del “más duro hasta ahora”, fue presentado el 18 de mayo al conjunto del Consejo de Seguridad y necesitaba 9 de los 15 votos totales para su adopción.

El texto establece que Irán no podrá invertir en el extranjero en ciertas actividades sensibles, como minas de uranio, y que sus barcos podrán ser controlados en alta mar.

El proyecto prohibe también la venta a Irán de ocho nuevas categorías de armamento pesado, incluidos carros de combate.

La votación se demoró durante más de una hora porque tres de los 10 miembros no permanentes -Brasil, Turquía y Líbano- dijeron que esperaban instrucciones de sus gobiernos para saber cómo actuar.

Estos 3 miembros decidieron participar en la reunión pero insistieron en hablar antes de la votación para expresar su oposición al proyecto.

Brasil y Turquía, miembros no permanente del Consejo de Seguridad, se oponen a nuevas sanciones contra Irán.

Estos 2 países habían concluido a mediados de mayo un acuerdo con Irán que preveía el canje en Turquía de uranio iraní poco enriquecido por combustible nuclear enriquecido a 20%, proporcionado por los occidentales para un reactor nuclear iraní de investigación científica.

Esa propuesta fue recibida con desconfianza por las grandes potencias, que la consideran una maniobra de distracción iraní para evitar nuevas sanciones.

Potencias occidentales lideradas por Estados Unidos sospechan que Irán quiere dotarse de armas atómicas con la excusa de un programa nuclear civil. El gobierno iraní niega esta versión, afirmando que el programa tiene únicamente fines civiles.