La tensión militar se incrementó en la selva central de Perú, donde el Ejército enfrenta a una columna de la guerrilla maoísta Sendero Luminoso, que el miércoles derribó un helicóptero, provocando la muerte de 3 militares, e impedían a tiros el rescate de 8 militares heridos, informó una fuente militar.

Dos helicópteros salieron este viernes al convulsionado Valle de los Ríos Apurímac y Ene (Vrae), en la selva central, y luego de 2 días pudo evacuar a 5 militares que quedaron heridos en la caída de un MI17, de fabricación rusa, y a otros 3 soldados, heridos en un combate horas antes.

El jueves, los senderistas ocultos en la espesura de esa zona montañosa y de ceja de selva dispararon contra 2 helicópteros que se acercaron al lugar de los enfrentamientos y frustraron el rescate, obligando a los aparatos a volver a sus bases.

Unos 50 soldados de las fuerzas especiales del ejército fueron trasladados este viernes por helicópteros hacia una zona cercana, en la que descendieron para avanzar por tierra y llegar a un páramo del distrito de Santo Domingo de Acobamba, donde se encontraban los heridos.

“Los heridos ya han sido evacuados”, dijo a la AFP una fuente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas que requirió el anonimato.

“Las operaciones continúan para completar el rescate de los cadáveres de 2 oficiales y 1 suboficial que perecieron en el ataque al helicóptero”, añadió.

Un inusual movimiento de helicópteros se advertía en cuarteles de la región central del país en ciudades de Huancayo y Jauja, donde el alto mando militar dirige las operaciones antiguerrilleras.

Una de las alternativas sería la de lanzar cohetes ‘rockets’ a las zonas altas de montañas que son refugio de los senderistas y desde donde provocaron el derribo del aparato militar, según coinciden fuentes militares citadas por la prensa limeña.

Ante el recrudecimiento de las acciones senderistas, el presidente Alan García pidió la noche del jueves “un compromiso nacional de las fuerzas políticas en el Congreso, de los fiscales y los jueces, de todas las autoridades en apoyo y respaldo a los soldados que ponen su piel, a quienes exponen su vida”.

“No se puede construir patria y desterrar al terrorismo si se siguen dando tantas garantías y seguridades para los delincuentes y terroristas; y por el contrario se condena y juzga a los militares y policías”, dijo al subrayar que “nada detendrá la marcha del Perú, ni la crisis mundial, ni el terrorismo”.

Por su parte, Federico Salas, presidente regional de la surandina región de Huancavelica, zona comprendida en el Vrae, dijo que ese valle “es ya una zona liberada” por Sendero Luminoso.

“Puedo certificar que estamos hablando de una zona liberada, inclusive marcan territorio. Si hace unos meses podía entrar a la zona con 70 soldados, ahora ya no se pude entrar. Sendero Luminoso quiere hacer un territorio tipo Colombia”, afirmó a la emisora RPP.

El Vrae es un extenso valle que se extiende desde la selva central hacia al sudeste del país y es desde hace más de una década refugio de un grupo considerado remanente de Sendero Luminoso, que se presume actúa en alianza con el narcotráfico.

Esa guerrilla maoísta fue derrotada a mediados de la década pasada y sus principales líderes, entre ellos su fundador, Abimael Guzmán, están presos.

La guerra interna que desató el senderismo (1980-2000) dejó 70.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos, según estableció una Comisión de la Verdad y Reconciliación.