ARCHIVO | Sebastian Beltran | Agencia UNO

Nicolás Piña, el preso emblemático del 18-O que salió de la cárcel sin ayuda del Gobierno

23 marzo 2022 | 10:25

Tras estar más de un año en prisión preventiva, el pasado jueves Nicolás Piña salió de la cárcel. Se trata de uno de los detenidos del estallido social considerado como emblemático. Sus primeras horas en libertad y los cuestionamientos a su detención los narra BioBioChile.

Según su relato, ese viernes 12 de febrero de 2020, Nicolás, junto a su madre, Paola Palomeros, caminaban por el Barrio Bellavista intentando alejarse del fragor de los incidentes y del furgón de Carabineros que ardía producto del lanzamiento de bombas molotov cuando aún se vivía el estallido social con las protestas y desmanes a nivel nacional.

Cuando llegaban a Antonia López de Bello con Bombero Núñez, unos sujetos vestidos con ropa oscura y encapuchados, habrían empezado a increparlo acusándolo de ser un “paco infiltrado”.

Su testimonio asegura que lo lanzaron al suelo y comenzaron a golpearlo para reducirlo, al igual que a su madre. En medio de la trifulca, le habrían quitado su carnet de identidad, el que nunca más volvió a aparecer.

En cosa de segundos, un vehículo sin patentes con vidrios polarizados habría llegado al lugar, desde donde bajaron tres funcionarios con casaquillas verdes de Carabineros. Tomaron a Nicolás, lo subieron y partieron raudos en dirección desconocida.

Paola, impactada aún, dice que ni siquiera pudo sacar la voz para pedir ayuda por su hijo. Según afirma, habría sido capturado con el mismo método que se usaba durante la dictadura.

Tras más de un año en prisión preventiva, el pasado jueves Nicolás Piña salió de la cárcel Santiago I donde estuvo recluido a la espera de un juicio que recién está en etapa de preparación, acusado de homicidio frustrado en contra de Carabineros.

Se le apunta como uno de los encapuchados que lanzó bombas molotov al carro policial que ardió en Bellavista, además de robar un escudo policial. Las acusaciones se basarían principalmente en un video que circula en redes sociales, donde aparecería él atacando el vehículo policial.

Pero al ser detenido no se le encontró la capucha, ni antiparras, como tampoco el escudo. Según la versión de los policías de civil que lo siguieron, se habría deshecho de esos artículos.

La palabra de Carabineros frente a la de Nicolás y su madre

Hasta ahora no hay pruebas científicas que determine su participación, como por ejemplo análisis de las antiparras que logren determinar que son de él. En términos simples, es sólo la palabra de los carabineros de civil en la protesta, contra el testimonio de Nicolás y de su mamá.

En conversación con BioBioChile, Paola Palomera agradece poder abrazar a su hijo nuevamente en su casa, ahora que salió de la cárcel.

“Claramente es un felicidad desbordante porque es un sueño cumplido, que no sabía cuándo se iba a dar, tampoco pensé que iba a ser tan rápido porque en cada audiencia de cambio de medida cautelar fue negada y acusado de ser un peligro para la sociedad”, afirma.

Según dice, su hijo está tranquilo. “Nicolás es muy cauto, él era bastante querido en la cárcel, estaba en un módulo con presos de toda índole, pero era un módulo con internos con protección”.

“Ahora su felicidad es estar en familia. Lo han visitado sus amigos, está bien, está tranquilo, disfrutando. Tampoco lo podía creer”, agrega.

Nicolas Piña y Paola Palomera

Paola Palomera: “Pensé que iba a ser un detenido desaparecido”

Paola fue testigo de la detención de Nicolás. Según su relato, ella misma habría sido golpeada por los funcionarios policiales.

“Nunca entendí porqué lo tomaron del cuello. Se me imaginó que querían pelear con él. Luego apareció un montón de hombres vestidos de negro increpándolo y diciéndole que era un paco infiltrado, pegándole”, detalla.

“Luego aparece una camioneta blanca con vidrios polarizados y se bajan tres personas con unos cortavientos verdes que decían Carabineros de Chile”.

“No podía creer lo que estaba viendo y ellos lo echan al interior de la camioneta y se van. Me quedé sola en la calle, no podía sacar el habla y me tuve que pegar en el diafragma para sacar el grito y pedir ayuda”.

“Me llamaron de la comisaría y me entrevistó un carabinero de civil y me dijo que Nicolás estaba detenido por haber quemado por haber quemado un furgón. No lo podía creer porque yo me mantuve siempre al lado de mi hijo y no vimos quién lo quemó, sino cuando ya estaba incendiado”, añade.

“Cuando a mi hijo se lo llevaron pensé que iba a tener un detenido desaparecido. Pensé que mi hijo iba a ser un detenido desaparecido”, dice Paola.

“De verlo como se lo llevaban fue tremendo, es mi único hijo”, cuenta.

Nicolás Piña, uno de los presos emblemáticos del estallido social

Su caso se ha convertido en uno de los símbolos de los denominados presos políticos del estallido social, quienes han permanecido en prisión preventiva mientras las investigaciones avanzan lentamente.

Nicolás Piña, conocido como el “ingeniero”, ha sido mencionado en más de una vez en los medios de comunicación, especialmente tras una visita del entonces candidato presidencial Gabriel Boric a Santiago I, en julio de 2021.

Fue una reunión compleja, donde el abanderado de Apruebo Dignidad, junto algunas diputadas como Maite Orsini y Claudia Mix, fue agredido por internos que reprochaban su presencia.

Por razones que nadie sabe, Boric pidió conversar con Piña. Sin embargo, su madre indica que fue la última vez que tuvo contacto con el actual mandatario, al igual que con las parlamentarias. Pese a prometer comunicarse, no volvieron a saber de ellas.

Pero además, su visita le habría acarreado problemas con Gendarmería, lo que incluso derivó en la presentación de un recurso de amparo, el que fue rechazado por la Corte de Apelaciones.

No obstante, el tema de los detenidos del estallido no fue olvidado tras el triunfo de Boric, según quedó de manifiesto tras el anuncio del retiro de las querellas por Ley de Seguridad del Estado.

Aunque en la práctica esto no tiene mayor impacto en los casos como el de Nicolás Piña, básicamente porque no es está formalizado ni acusados por esos tipos penales.

Una mala coincidencia

Y aunque su libertad fue justo durante la primera semana de Gobierno, fue una coincidencia que no tiene nada que ver con la medida que anunció La Moneda. De hecho, Piña aún enfrenta una querella del Ministerio del Interior.

Según los defensores, el problema del anuncio del Gobierno es que de cierta forma acapara el debate, invisibilizando la labor que han desarrollado los abogados de los detenidos, quienes llevan más de un año intentando sacarlos de la cárcel, acusando a la Fiscalía de violar el principio de objetividad.

Por lo mismo, el anuncio del Gobierno es mirado casi con desdén y, por el contrario, lo que realmente esperan es que se termine por aprobar el proyecto de amnistía que se tramita en el Senado.

Pero también, internamente esperan un rol más activo del Gobierno en los casos de violaciones de Derechos Humanos, especialmente de quienes resultaron fallecidos, como por ejemplo con Alex Núñez, el mecánico que murió tras una golpiza por parte de carabineros en Maipú.

En ese caso, sólo el INDH se querelló, mientras continúa la lenta indagatoria por parte del Ministerio Público.

Retiro de querellas, un tema más mediático que jurídico

Al respecto, la abogada Karinna Fernández, quien junto a Fernando Monsalve llevan su defensa, afirma que el retiro de las querellas “no nos parece un tema relevante a abordar”.

“Creemos que lo más importante que toca este momento a nivel institucional es que se respalde apropiadamente el proyecto de ley de amnistía que es crucial e integral en esta materia, sobre todo para el impacto que tuvo la política de persecución de estos delitos desde el estallido”, indica.

“Y en el caso de Nicolás, creemos que fueron nuestros argumentos y también la capacidad del Poder Judicial de ajustar sus resoluciones a los estándares internacionales, lo que permitió finalmente su libertad”, destaca.

“Creo que el problema del anuncio del Gobierno, es efectivamente una señal, pero una señal que no tiene impacto efectivo en la protección de las personas que se encuentran privadas de libertad y también es importante considerar que aunque las querellas por Ley de Seguridad Interior del Estado, en algún momento, sobre todo por el Ministerio del Interior en el contexto del estallido, ese tipo penal no fue acogido ampliamente en tribunales, es decir, muy pocas personas fueron formalizadas por ese tipo penal en tribunales y mucho menos acusadas, y poquísimas condenadas”, resalta.

“En realidad el retiro no tiene un impacto, lo que si creo que invisibiliza la labor de los defensores en estas materias, es justamente que se centre el debate en eso, y no en que estamos enfrentando violaciones a los derechos humanos a niveles procesales, a nivel estructural, que hay un problema de estigmatización que podrían darle sentido a los alegatos de prisión política en Chile”, advierte Fernández.

“Y en lugar de centrarnos en eso y visibilizar la relevancia de las vulneraciones que estamos enfrentando ante tribunales, el Ministerio Público y el Consejo de Defensa del Estado, nos centramos en este tipo de discusiones que son más bien como ideas planteadas por el gobierno que están lejanas a aspectos relevantes y que nos alejan de la discusión que debiese ser central, que es el proyecto de amnistía”, sentencia.

A su juicio, es un tema mas mediático que jurídico.

Consultados respecto del caso, desde la Fiscalía Metropolitana Centro Norte detallaron que Nicolás Piña está a la espera del juicio oral, que es la etapa final, con la medida cautelar de firma semanal y arraigo.

Al respecto, agregaron que está con esa medida cautelar luego que la Corte de Apelaciones confirmara que se mantenía privado de libertad sólo por peligro de fuga y no por peligro para la sociedad.

Eso le permitió obtener la libertad tras consignar una caución, en este caso un inmueble, como garantía de que se mantendrá ligado al proceso.

¿Prisión preventiva como prisión política?

En ese sentido, Karinna Ferández asegura que “nosotros hemos acusado una vulneración del principio de objetividad del Ministerio Público, y en este caso eso se expresa en el hecho que se realicen investigaciones que abarquen distintas hipótesis de investigación y se vayan descartando”.

“Esto rige para todos los delitos que se estén investigando, porque es un estándar internacional. Pero en este caso no sólo no ha existido esto, sino que además hay una única hipótesis que es la que levanta Carabineros de Chile y con sus únicas evidencias generadas por ellos mismos, y que debieran superar el estándar de la debida diligencia”, detalla.

Así también, está el tiempo en prisión preventiva y la respuesta de los tribunales a la solicitudes de libertad, donde jueces de garantía han reconocido el control de convencionalidad y una serie de tratados internacionales para dar la libertad a los detenidos.

Empero, dichas decisiones fueron revocadas por la Novena Sala de la Corte de Apelaciones, que señaló que no había principio de inocencia.

Precisamente, el doctor en Derecho y profesor de la Universidad de Chile, Claudio Nash, destacó el fallo asegurando que “se hace evidente que se sigue usando en Chile la prisión preventiva como una sanción anticipada en contexto de protesta social”.

Nicolás Piña, un “peligro para la sociedad”

Para Paola Palomera, su prisión preventiva fue un proceso doloroso, sobre todo por tener que tener que adaptarse a la cultura carcelaria de enviar encomiendas para Nicolás, y sin poder verlo.

“Al principio fue muy triste, con las ventanas muy cerradas a oscuras, con un miedo, no podía salir a la calle, hablaba poco, sentía mucho miedo, luego fui dándome esa fuerza y fui conociendo más madres, tuve que tomar psicólogo también para poder salir a la calle”, asegura.

En el caso del furgón, las imágenes muestran a más de una decena de atacantes, sin embargo hasta ahora el único detenido por ese hecho ha sido Piña, para quien el Ministerio Público pide una condena de 23 años.

“Cuando se habla de razonar las prisiones preventivas en base al peligro para la sociedad, ese es un concepto totalmente contrario a los estándares internacionales, es inconvencional y eso lo reconocen distintos tratados y sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, de que no se pueda aplicar ese estándar, pero además es inexcarcelable, o sea cuando se le dice a alguien que es peligroso, es imposible que se pueda demostrar lo contrario porque es una premisa estigmatizadora en sí misma”, agrega Fernández.

El llamamiento urgente a la ONU

Si bien aún queda agotar todas las instancias internas, con los antecedentes que surgen este caso podría perfectamente ser llevado ante una corte internacional. De hecho, la abogada Karinna Fernández hizo un llamamiento urgente a la ONU, acusando la detención arbitraria en contra de Piña.

“Se trata de un “Llamamiento Urgente” ante Naciones Unidas. En el caso de Nicolás, el tipo de detención que enfrentó, que este tipo de detención fuera avalada por un organismos judiciales, después el hecho que hay una resolución que le otorgó la libertad el 4 de enero de este año y que fue revocada por la Corte de Apelaciones sin fundamentación respecto a porqué revocarla, pero que además sostuvo que no tenía principio de inocencia. Y después el hecho que presentamos amparo en contra de esa resolución, que fueron declarados inadmisibles tanto por la Corte de Apelaciones de Santiago, como por la Corte Suprema”, dice.

De hecho, para poder salir de la cárcel, afirma que debió dejar una propiedad en prenda por los $20 millones de la caución. Finalmente su abuela, una adulta mayor, habría decidido poner su propia casa para que su nieto pudiera salir de la cárcel.

“No somos adinerados, es abusivo y excesivo. Toman en cuenta que Nicolás tiene un título profesional”, se lamenta Paola. E incluso, debido a la prisión preventiva, habría perdido su trabajo.

“Esto aún no termina”

Por último, Fernández estima que Nicolás Piña es un símbolo de lo que fueron los procesos penales de los detenidos del estallido.

“Sólo con el hecho que haya estado en prisión preventiva un año, ya evidencia también eso. Sobre todo si lo contrastamos con los casos de asesinados del estallido por fuerzas policiales, como el caso de Alex Núñez”.

“Hay casos donde hay gente muerta, víctimas asesinadas por agentes policiales que siguen operando en las comisarías de nuestro país, y esos casos no se aclaran, no se avanzan, no existen ni siquiera imputados, mientras que en estos casos hay personas que están en vulneración de los principios de inocencia un año en prisión preventiva”, concluye.

La madre de Nicolás, Paola Palomera, en tanto, asegura enfática: “Esto no termina, si bien cambiamos el escenario, pero esto aún no termina”.