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"He visto amputaciones, secuelas irreversibles y muerte": el peligro de lipos ambulatorias en Chile

"He visto amputaciones, secuelas irreversibles y muerte": el peligro de lipos ambulatorias en Chile

Domingo 03 marzo de 2024 | 06:02

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Edición: Constanza Escobar

La creciente popularidad de las liposucciones en Chile plantea riesgos por la proliferación de centros estéticos que ofrecen estos servicios a bajo costo y con mínimos estándares de calidad y seguridad. Complicaciones graves e incluso peligro de muerte, remarcan la urgencia de revisar y mejorar la normativa en nuestro país. En este artículo, abordamos los potenciales peligros de someterse a Mini Liposucciones en establecimientos que incumplen el límite de los permisos concedidos por la autoridad sanitaria, en medio de una cuestionada y deficiente fiscalización. Un asunto que pone en juego no solo la salud, sino también, la vida de las personas.

Una paciente llega a Urgencias tras someterse a una liposucción en los brazos por un odontólogo en un centro estético. Pero ¿qué hace un dentista operando brazos?, podría preguntarse el lector. Lo mismo se preguntan médicos consultados por BioBioChile para este artículo, que conocen de cerca el aumento de clínicas que ofrecen -al margen de la normativa- prestaciones estéticas.

Son ellos, los facultativos especialistas, quienes más tarde deben recibir a pacientes provenientes de estos recintos ambulatorios, para corregir o mejorar resultados. Hechos que en su mayoría quedan bajo reserva y que no figuran en denuncias formales por vergüenza de los usuarios.

“He visto amputaciones y secuelas irreversibles, pero también he visto muertes”, confidencia uno de los médicos en conversación con este medio.

Y es que la búsqueda de la belleza estética se ha convertido en una prioridad para muchos. En ese escenario, los procedimientos como las “mini liposucciones” (conocidas como “mini lipo” o MELA), han ganado popularidad como una solución rápida y económica para moldear el cuerpo.

Pero esta tendencia ha llevado al surgimiento de consultorios sin todas las de la ley y de características bien diversas en términos de dependencias, instrumentos y equipos profesionales. No solo eso. La falta de regulación que acusan algunos profesionales del área, solo abre espacio a la clandestinidad.

“Tengo muchos colegas que trabajan en silencio”, denuncia una profesional de la cirugía.

Así, algunos centros ofrecen servicios como liposucciones a precios considerablemente bajos en comparación con las grandes clínicas del país. Y atraen a quienes buscan resultados instantáneos. ¿El problema? Muchas veces lo hacen sin considerar conscientemente los riesgos involucrados.

Buen marketing por redes sociales, discursos que minimizan los riesgos, y una promesa de recuperación exprés, son verdaderas carnadas hoy. Frecuentes promesas incumplidas y que no cautelan la seguridad del paciente.

Una lipo a bajo costo

El procedimiento llamado MELA (Mini Extracción Lipídica Ambulatoria) o Mini Lipo, como es conocido en Chile, es una nueva técnica para extraer grasa localizada de pequeñas zonas del cuerpo. En nuestro país, la oferta se amplía cada vez más y con precios que pudieran ser atractivos para quienes buscan un cambio en su cuerpo. Ya sea por estética, por autoestima o por bienestar en general. La duda es: ¿a qué costo, bajo qué estándares, y con qué resultados?

En una “cotización” rápida por internet, es posible encontrar centros estéticos con ofertas que, a primera vista, pueden parecer una oportunidad dorada. Los valores generalmente van desde $1.050.000 a $1.990.000, incluso es posible encontrar “precios oferta” por menos de 750 mil, dependiendo de la cantidad de zonas a tratar. Montos que distan de aquellos en las grandes clínicas, sujetos a evaluación previa en todo caso, donde una Lipoescultura puede superar los 4 millones.

mini lipo
Precios mini lipo por Instagram

Lipoescultura corporal de alta definición (HD) con equipo Ultrasónico (VASER) + Poder Asistido (PAL): clínica + hospitalización + médicos y control y curaciones x 3 meses: $ 4.2 a 4.8 M. (Sanatorio Alemán)

Una copia americana pero con estándares disímiles

Este tipo de intervenciones surgieron en los países desarrollados en respuesta a la necesidad de otorgar mayores prestaciones al paciente y al más bajo costo posible. ¿La gran diferencia? Los estándares de calidad en cada país.

El doctor Osvaldo Jury, médico especialista en cirugía, mastología y cirugía plástica del Sanatorio alemán, además vocero sur de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva y miembro de la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, destaca que en Estados Unidos, por ejemplo, la lipoaspiración se puede realizar en tres tipos de establecimientos: en una oficina de consulta, en un pabellón de cirugía mayor ambulatoria, y en hospitales y clínicas.

La diferencia, según explica el también miembro de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (Isaps, en inglés) y de la Federación Iberolatinoamericana de Cirugía Plástica (Filacp), es que las lipoaspiraciones que se hacen en esos lugares, son bastante más completas que en un centro ambulatorio de Latinoamérica. Lo realizan con estrictas normas de seguridad, mayores estándares quirúrgicos y rigurosas fiscalizaciones de las autoridades estatales.

Y es que la norma estadounidense no tiene nada que ver con la del Conosur: “Sus estándares son mucho más elevados en materia de instrumentación y aparataje para salvar la vida a un paciente complicado. Y porque el que trabaja en esa oficina en Estados Unidos, es un cirujano plástico certificado por el Boarding Americano, donde dan pruebas de recertificación cada tres años. Las clínicas ambulatorias en Estados Unidos tienen índices de mortalidad casi cero”, enfatiza Jury.

La realidad chilena

En Chile, las solicitudes de autorización de instalación y funcionamiento de estos establecimientos estéticos, deben ser presentadas a la Seremi de Salud correspondiente.

Según explica la Subsecretaría de Salud Pública, estos centros requieren autorización sanitaria para funcionar, y no acreditación: “La acreditación sólo es obligatoria para los establecimientos de salud que otorgan prestaciones GES”, aclaran mediante un documento enviado a BBCL.

Sobre las prestaciones, en nuestro país se autorizan “actividades dirigidas al cuidado y embellecimiento estético corporal sean estos procedimientos invasivos o no invasivos. Y de estos procedimientos, depende el tipo de sala que se autorizará. Ya sean salas de procedimientos o pabellones de cirugía menor”.

Por otro lado, el Decreto N°283 que expone los requisitos para realizar procedimientos invasivos y cirugía mayor ambulatoria, señala como exigencias: la estructura del prestador, la habilitación de los profesionales por la Superintendencia de Salud; y la acreditación de los prestadores, exigida por el Minsal pero controlada por la Superintendencia de Salud.

¿Es la mini lipo una cirugía menor no invasiva, como la ofrecen por internet?

El tema comienza a confundirse en el concepto bajo el que se ofrece el servicio y en la normativa. De ahí que especialistas pidan que se fije un criterio claro.

El doctor Jury es tajante al decir que, por definición, la cirugía de lipoaspiración sea ésta menor, mediana o mayor, es un acto médico que no puede considerarse como una cirugía menor no invasiva. Las liposucciones son invasivas, toda vez que se atraviesa la piel. Por tanto, existe riesgo de complicaciones e incluso de morir.

“(La gente la considera) menor porque le va a salir barato al paciente, porque no quedará hospitalizado, porque hay menos profesionales. Pero la cirugía con más riesgo de complicaciones y muertes en la cirugía plástica, es la Liposucción. Todo lo demás es un acomodo administrativo para pasarlo. La salud es un bien y un derecho que no puede tener interpretaciones y no puede ser subvalorada”, apunta.

Desde Salud, en tanto, dicen que una mini lipo está tipificada como cirugía menor. Y “requiere de los mismos términos de seguridad que un pabellón de cirugía menor”, sostienen.

Esto es, disponer de equipamiento y elementos que permitan en caso de urgencia cardiorrespiratoria, actuar en forma oportuna y segura para el paciente.

Tromboembolismo entre las principales causas de muerte

Dentro de los riesgos que se reportan, el Tromboembolismo pulmonar (TEP) figura como primera causa de muerte en las liposucciones, donde se coagula la sangre dentro de los vasos sanguíneos como una bola de nieve que se aloja en los pulmones y podría implicar la muerte.

En efecto, el TEP es considerada una causa frecuente de paro cardiorrespiratorio.

Esto último, fue lo que le ocurrió, por ejemplo, a Harlen Arias (42), quien a fines de 2022 murió en medio de un procedimiento irregular en Las Condes. El profesional que la sometió a la abdominoplastía que le quitó la vida nada tenía que ver con la cirugía plástica: era kinesiólogo.

“Cuando llegué a la clínica, me muestran el cuerpo de Harlen y me dicen ‘mire, quedó bonita la cirugía, pero el cuerpo no resistió’. Me lo dijo el equipo médico, las personas que la habían operado”, relató tras el deceso, Marcelo Fernández, pareja de la mujer, entrevistado por CHV.

Al TEP le sigue como segunda causa de muerte el Tromboembolismo graso. Es decir, el paso de la grasa dentro del torrente circulatorio.

Y tercera causa, la anemia de gran magnitud no corregida a tiempo.

Existen también casos graves de perforaciones de órganos viscerales.

En términos de malos resultados, están las irregularidades por fibrosis por el paso del lipoaspirador, seromas crónicas (acumulación de líquido), infecciones y pigmentaciones en la piel.

Fibrosis por mini lipo
Fibrosis por Mini Lipo | Cedida

El equipo profesional para una lipoaspiración

Sanatorio Alemán, 08:00 de la mañana: pabellón reservado y planificado con anterioridad para una lipoaspiración.

Tras el médico cirujano que encabeza el equipo, ingresan otros diez profesionales: un anestesista más un auxiliar de anestesia; un instrumentista, con formación en cirugía plástica; un ayudante quirúrgico cirujano, pabelloneras, enfermera y dos auxiliares de servicio. Porque parte de lo que el paciente paga en una clínica como ésta, es su seguridad, dice el doctor Jury, que tiene a solo metros de distancia el servicio de Urgencias y tres salas UCI en caso de que algo salga mal.

En otro punto de la ciudad está la clínica estética Hunza, que ofrece las mini lipo asistida por láser con un valor aproximado de 1 millón de pesos por zona, con kinesoterapia posterior.

Lo definen como procedimiento de extracción de grasa localizada mediante el uso de anestésicos locales. “Posteriormente, se emplea la acción del láser para derretir el tejido adiposo y se finaliza con la succión de grasa derretida, en una cantidad variable según la zona tratada”.

Macarena Gutiérrez, médico cirujano, miembro de la sociedad Chilena de Cirugía y Medicina Estética, y parte del directorio de Hunza, en conversación con BioBioChile explica que “lo importante es que podamos diferenciar a los pacientes que son candidatos a este tipo de procedimientos, de los pacientes que requieren de un procedimiento mayor como una liposcultura, las que deben efectuarse en pabellón de cirugía mayor”.

mini lipo hunza
Instagram: Clínica Estética Hunza

“En nuestro caso, además de ser médicos, contamos con máster en Medicina Estética otorgado por la Sociedad Argentina de Estética, y diplomados en cirugía menor en la PUC”, agrega.

Gutiérrez reconoce que, si bien es un procedimiento llamativo por ser ambulatorio y más económico que la liposucción mayor, tiene sus restricciones especialmente por el uso de la anestesia.

“Hay lugares donde ofrecen lipoesculturas o lipotransferencias con más de una zona en una misma intervención. Ahí estamos hablando de intrusismo y francamente, son procedimientos que debiesen ser llevados a cabo en un pabellón de cirugía mayor”, recalca.

En relación a los protocolos en casos de emergencia, en Hunza aseguran tener uno tal como exige la seremi para casos de complicaciones del paciente, que está establecido y todo el personal lo conoce. En los casos más graves, se considera derivación al Hospital Regional.

Agregan que en pabellón “por lo general hay al menos dos profesionales, idealmente tres para una mini lipo”. Y que el proceso postoperatorio es similar a cualquier otro acto quirúrgico.

¿Con o sin anestesiólogo?

Una de las principales diferencias entre las lipoaspiraciones en centros estéticos y grandes clínicas del país, más allá de los precios, es la presencia (o ausencia) de un anestesiólogo dentro del pabellón.

Hace más de 15 años el doctor Gabriel Meza trabaja en equipos de cirugía plástica. Es médico cirujano y anestesiólogo formado en la Universidad de Concepción. Cuenta que la función del anestesiólogo en pabellones es fundamental. No solo en el acto anestésico mismo, sino que parte mucho antes con una evaluación preanestésica.

“El día de la cirugía es fundamental contar con un anestesiólogo con formación de tres años en la administración de anestesia, éste es el profesional que se ubica en la punta de la pirámide de seguridad del paciente”, explica.

Meza, que también ejerce en el Hospital Clínico del Sur y trabajó por 15 años en el Hospital Regional de Concepción, aclara que la anestesia no es un acto homogéneo: “Hay muchas técnicas anestésicas para los diferentes tipos de cirugía y pacientes. Nosotros, en el caso de la cirugía plástica en Sanatorio Alemán, usamos mucho la anestesia general convencional, pero lo complementamos con otros procedimientos como bloqueos regionales, de tal manera de disminuir el grado de dolor de los pacientes en el periodo posoperatorio”.

Los cuidados en ese periodo son fundamentales en la seguridad del paciente. Por ello, debe realizarlos personal especializado y capacitado en detectar a tiempo posibles complicaciones y manejarlas correctamente.

“Y esa es la gran diferencia que, pienso yo, hay entre hacerse un procedimiento en una clínica que no tenga todos los niveles de complejidad, versus una clínica que posee todas las unidades con gente capacitada. Finalmente, es el equipo humano que hace la diferencia para que el desarrollo de la cirugía sea con todos los niveles de seguridad y todas las normas de seguridad correspondientes”, finaliza Meza.

Una función fiscalizadora cuestionada por insuficiente

El Código Sanitario señala en su artículo 124° que “los establecimientos que realicen actividades dirigidas al cuidado y embellecimiento estético corporal serán fiscalizados por la autoridad sanitaria con el objeto de que su funcionamiento se ajuste a las normas reglamentarias que al efecto se dicten”.

En materia de fiscalización la responsabilidad recae en las Seremis de Salud del país, mandatadas a inspeccionar estos establecimientos pero solo en respuesta a denuncias ingresadas por distintos medios, según lo informado a BioBioChile por la Subsecretaría de Salud.

Se aplican pautas de chequeo, cuyas observaciones se clasifican por riesgo, y esto determina las acciones correctivas como amonestación, multa, clausura o cancelación de la autorización sanitaria.

Por ejemplo, desde agosto de 2023 a la fecha, el módulo de fiscalizaciones de la plataforma MIDAS informa 54 fiscalizaciones a nivel nacional. De éstas, 33 terminaron con observaciones y 21 sin observaciones.

Pero, ¿por qué se fiscaliza tan poco aun con un porcentaje de observaciones mayor al 60%?

Según explican desde la Subsecretaría, las fiscalizaciones preventivas se programan solo en establecimientos de salud prioritarios como centros de Diálisis, ELEAM, establecimientos que realizan procuramiento y trasplantes, entre otros, y que dicha planificación responde al contingente de recursos humanos que dispone la Autoridad Sanitaria para dar cumplimiento a esta tarea.

“Estamos de manera permanente robusteciendo nuestros procesos de fiscalización. Como Autoridad Sanitaria siempre estamos en búsqueda de mejorar y optimizar nuestros procesos”, aseguran.

Así, en el ámbito de las fiscalizaciones se asoman los reparos. En lo formal cualquier centro estético podría cumplir, pero sin fiscalizaciones, nadie sabe realmente qué pasa dentro de estos recintos, si se realizan efectivamente los procedimientos autorizados, cuáles son los límites de la intervención, y más aún, quiénes la realizan.

“Acá no hay un entorno de seguridad para el paciente, por varios motivos: los pacientes no corroboran la especialidad de su médico en la página de la Superintendencia de Salud; los centros de procedimientos menores a menudo sobrepasan las cirugías a las que se les autorizan, quedando a su autocontrol la magnitud de su acto médico y no tienen protocolos ni equipamiento para enfrentar complicaciones y riesgos de vida. Entonces esto parece un negocio más que una prestación de salud, y de alguna manera, la autoridad sanitaria en Chile lo permite, porque no tiene las capacidades para controlar y hacer cumplir la ley a todos los centros de salud”
Doctor Osvaldo Jury

“Hoy hay un debate que está lleno de lobbies, lleno de influencias, lleno de contaminación de cosas que no ponen solamente al paciente como principal foco. Si los legisladores no modernizan el marco legal que rige a los procedimientos y cirugías de embellecimiento, es probable que el Ministerio de Salud y sus representantes regionales no podrán fiscalizar los centros de salud y proteger la salud de sus ciudadanos”, acota Jury.

– En la Sociedad Chilena de Cirujanos, ¿avalan, sí o no, este tipo de procedimientos que se realizan en consultorios ambulatorios?

“Nuestra prioridad es la seguridad del paciente y como creemos que no cumplen con las condiciones de ello, no lo podemos avalar. Y segundo, si no trabajan en esos consultorios cirujanos plásticos acreditados y habilitados, no nos parece prudente ni adecuado porque desconocemos si tienen la formación, las capacidades y habilidades que se requieren, hasta que exista una legislación específica y estricto control sanitario por la autoridad competente. Si alguien es cirujano y lo hace muy bien, que lo demuestre, que se someta a revisiones, que diga su porcentaje de complicaciones y resultados, y que no abandone y responda a su paciente ante resultados adversos”.

– A su juicio, las grandes clínicas del país y los centros estéticos, ¿son competencia?

“Yo creo que hasta ahora no, porque se trata de magnitudes de cirugías diferentes. Sí creo que es necesario la correcta realización de lipoaspiraciones menores en centros que cumplan con el triángulo de oro o de seguridad: cirujano plástico acreditado, centro o clínica acreditada y habilitada por la autoridad sanitaria e información completa del paciente, para que las personas puedan decidir con conocimientos y en libertad su elección.Todos queremos hacerlo bien y a costos menores, pero la seguridad y vida del paciente es lo primero. La cirugía plástica es responsabilidad de todos, no solo del doctor, de todos, del Estado, del ministerio, de las clínicas, del doctor y del paciente”.

Una realidad que exige mejoras en el sistema

Son varias las voces que coinciden en la falta de un marco normativo claro en relación a la medicina estética en el país.

Desde el Colegio Médico apuntan también a esos vacíos regulatorios que “dejan a la comunidad sin una respuesta institucional, desde el punto de vista sanitario, al momento de evaluar la realización de este tipo de procedimientos médicos, que como todo procedimiento debemos recalcar que tiene riesgos y no solo estéticos”, dice el doctor Iván Mendoza, vicepresidente del Colmed.

“Llamamos a la comunidad a no solo fijarse en los costos asociados, sino también, en los profesionales que realizan este tipo de intervenciones, los que deben tener inscrita su especialidad en el registro de prestadores individuales de la Superintendencia de Salud (de acceso público). Asimismo, el paciente debe asegurarse de que el centro donde se realicen los procedimientos cuenten con las respectivas autorizaciones sanitarias de la Seremi de Salud”, finaliza.

Para la doctora Gutiérrez de la clínica estética Hunza, se trata de una eterna discusión: “muchos cirujanos plásticos se oponen a estas prácticas y se entiende porque no existe regulación y muchos médicos hacen más cosas de las permitidas en pabellones de cirugía menor. La mini lipo es una intervención que cada día se efectúa más y que, si no la regulamos, nos afectará a todos”.

Chile y el desafío frente a la medicina estética

Todo indica que la tendencia mundial es avanzar hacia procedimientos estéticos ambulatorios accesibles, por lo que el desafío en Chile es elevar los estándares que corresponden a intervenciones de este tipo, para evitar poner en riesgo la seguridad del paciente por dinero.

Por eso, los especialistas coinciden en que la calificación y experiencia de quienes ofrecen estos servicios son claves para el paciente a la hora de tomar una decisión, que, de todas maneras, es una responsabilidad personal en primer lugar.

Y además, apuntan a que las autoridades y legisladores tienen que tomar definiciones sobre la medicina en general y de la cirugía plástica en particular.

Para abordar los aspectos legislativos de esta problemática, contactamos a la presidenta de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Ana María Gazmuri, quien no estuvo disponible para responder a este reportaje, por encontrarse de vacaciones.

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