En una nueva edición del Podría ser peor tomamos contacto con el presidente de la Asociación de Gendarmes de Chile (Agech), Pablo Jaque, para hacer un análisis de la realidad actual del sistema carcelario en Chile a propósito de la crisis de seguridad y el aumento del porte de armas de fuego.
Todos los detalles en la entrevista completa junto a Julio César Rodríguez en Bio Bio TV.
“Evidentemente se vuelve a instalar un tema relevante que tiene que ver con la seguridad del país. Para nosotros los funcionarios penitenciarios es importante dar a conocer todas nuestras necesidades y lo que hemos instalado en el último tiempo es sobre la carencia y precariedad que presenta nuestro sistema”, expresó.
Y agregó: “Hoy día con el fenómeno delictual que enfrenta el país nos estamos quedando bastante pueblos atrás respecto a cómo está operando. Obedece a voluntad política, nosotros en todos los Gobiernos hemos venido haciendo llamados y hemos tenido que llevar a movilizadas ante la sordera del mundo político de la importancia del sistema penitenciario”.
Además el presidente de la Agech enfatizó en la necesidad de segregación dentro de la población penal y la modernización en infraestructura, vehículos y en la formación del personal. “Nos enfrentamos a perfiles criminales diversos, se instala la necesidad de tener régimen diferenciado respecto a la privación de libertad de cada uno”.
“Un régimen más acotado y estricto respecto a los delincuentes con un alto nivel criminológico, en el fondo que permita que el modelo conductual que ellos no quieren cambiar estando presos les signifique que las condenas al ser más duras lo piensen dos veces al momento de volver a delinquir o agredir a un funcionario”, zanjó.
E insistió: “De una otra forma hay que discutir qué queremos de aquí en adelante en el sistema penitenciario. Además de la privación de libertad, Gendarmería tiene el rol de reinsertar a la población penal y hoy prácticamente es nula. Justamente hoy día las cárceles están catalogadas como escuela de delito donde al existir un hacinamiento el contagio criminológico afecta a todos”.
“Se tiene que inhibir esa señal al interior de las unidades penales, no existe la voluntad política de ponerle un parale a esta situación sabiendo que muchos de los delitos que se cometen afuera justamente se planifican al interior de las unidades penales”, cerró.