Work, work, work, work, work, work
He said me haffi work, work, work, work, work, work…

Mientras prepara su snowboard, o tabla de esquiar, la joven, quien lleva puestos unos enormes audífonos de marca, canta la conocida canción de Rihanna y ajusta sus botas a la acción. Lo hace, aparentemente, sin sospechar lo que se avecina.

Según el registro de este viral, todo ocurrió en la estación Hakuba47 en la isla japonesa Honshu. La protagonista, es la australiana Kelly Murphy.

Ella, avanza de a poco hacia la aventura en la nieve. De pronto, en el registro, tomado en su GoPro, se ve una sombra enorme y negra que resulta ser un gigantesco oso, aproximándose a la despistada esquiadora.

El video corre, ella sigue avanzando y el mamífero sale del registro. Pero, segundos después, aparece corriendo, de nuevo, a toda velocidad. Murphy sigue, supuestamente, sin percatarse de que ha estado a punto de ser parte de la cadena alimenticia.

De hecho, cuando se supone que se dio cuenta de lo que le había pasado, decidió publicar la grabación. Era el 2016. No obstante, en plena pandemia de este 2021, se ha hecho viral, de nuevo.

TikTok y el viral del oso acechador

Hace más de una semana, la cuenta de TikTok, skydiving.is.lit, hizo que el video en cuestión fuera reproducido cerca de 15 millones de veces, debido a las impactantes imágenes del oso corriendo detrás de la esquiadora.

La atención se convierte en tensión para quienes decidieron darle “play”. De ahí, es que surge el millonario interés de reproducción del registro.

Casi 30 mil comentarios lo comprueban.

skydiving.is.lit / TikTok

Los administradores de la cuenta, vieron cómo cuestión de días, estos y otros comentarios, además de las reproducciones, hicieron crecer el caudal de interés en su público. Sin duda, el afán de todo “tiktoker”.

No obstante, otros comentarios ya hacían alusión a la autenticidad de un viral que ya ha sido más que refutado por páginas oficiales que son expertas en el comportamiento animal, sobre todo en los entornos salvajes. Es decir, su hábitat.

National Geographic: “¿Los osos realmente persiguen esquiadores?”

En la información que se difunde en la web, no todo lo que brilla es oro. Eso, es algo que el FactChecking se ha encargado de dejar en claro desde que el periodismo lo implementó como herramienta de trabajo y ética.

Una de los sitios que hizo ese trabajo es el de National Geographic, una marca realmente conocida por revelar los más profundos secretos de la naturaleza, incluidos los del mundo animal.

Precisamente, cuando el video de Kelly Murphy corría, como el oso detrás de esta en el video, NatGeo publicó un artículo cuestionando algunos datos dentro del registro de la australiana.

La explicación inicial, y quizás la más convincente, es el tipo de oso que figura en el video de Murphy y el que habita en la zona japonesa en la que fue grabado el registro.

“Aunque los osos negros asiáticos se encuentran en el área, con varios avistamientos de primavera en el resort en los últimos años, el oso en el video es un oso pardo (comúnmente conocido como oso pardo en América del Norte). La isla de Hokkaido, en el norte de Japón, en realidad tiene una población saludable de osos pardos Ussuri, que pueden rivalizar en tamaño con los osos pardos de Alaska, pero eso es varios cientos de millas y un canal oceánico al norte de Hakuba”, sostiene el sitio de National Geographic.

@Hjorvik

Este sitio web, incluso, sostiene que el registro de la joven australiana no es real y aunque desconoce los motivos que la llevaron a subirlo de todas maneras, deja en claro que no es más que un producto audiovisual elaborado.

“Por qué Murphy decidió publicar el video fabricado es un misterio (ella insiste en que el video es real), aunque es otro argumento convincente para no usar audífonos en las montañas. Sin embargo, su tiempo fue bueno, ya que los osos de todo el hemisferio norte se están despertando de la hibernación y los esquiadores de todas partes deberían mantener los ojos (y oídos) abiertos”, sostiene.

La lección general, en tiempos en que TikTok pega con fuerza, es hacer una búsqueda avanzada de lo que nos ofrece, para no darlo por cierto. Si no fuera así, esta misma nota estaría concluyendo sobre :”La increíble forma en que una chica esquiadora se salvó de ser atacada por un oso”.

El mismo contenido web que nos puede envolver con contenido audiovisual entretenido, pero irreal, también nos marca el camino para detectarlo. Tal como lo hizo NatGeo al advertirnos: “Podemos ayudar con lo último: no es real”.

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