Elizabeth Gilbert y Rayya Elias

El amor obsesivo de la autora de "Comer, rezar, amar": planeó el asesinato de su pareja

14 septiembre 2025 | 09:00

Desde el estreno de la película “Comer, Rezar, Amar” en 2010, muchas personas tomaron la idea de realizar la travesía que realizó Elizabeth Gilbert por el Sudeste Asiático para reenfocarse en sus vidas.

El largometraje protagonizado por Julia Roberts, logró que el libro que inspiró la cinta fuera traducido a más de 30 idiomas. Además, de establecerse como una guía espiritual para las mujeres que desean independizarse e iniciar un nuevo proyecto.

Al igual que su personaje en la ficción, la vida de Gilbert parecía perfecta, casada con el empresario brasileño José Nunes, a quien conoció en su travesía espiritual por India, lo que parecía un auténtico cuento de hadas.

No obstante, tras 12 años de relación, ella decidió emparejarse con Rayya Elias, una inmigrante siria que en un principio era su peluquera y después de varios años se transformó en su nuevo amor.

Con ella, Gilbert vivió un tormentoso romance, luego de que Elias fuera diagnosticada con cáncer terminal de páncreas, puesto que su pareja era una antigua adicta que recayó en el consumo de opiáceos, fentanilo y cocaína después de saber que le quedaban pocos meses de vida.

Elizabeth Gilbert: la vida amorosa de la autora de “Comer, Rezar, Amar”

Con 31 años, Elizabeth parecía que había conseguido todo lo que una mujer soñaría. Estaba casada y pronto iba a tener un bebé con su marido Michael Cooper.

Hasta ahí, su proyecto iba viento en popa, pero lo cierto es que la autora no estaba remotamente satisfecha con el aparente éxito en su vida.

En ese sentido, la necesidad de llenar un vacío existencial, la llevó a tomar una decisión personal: viajar por los lugares más recónditos del mundo para hallar la paz mental. “Después de mi ruptura, dejé mi trabajo, lo vendí todo y viajé por el mundo buscando algo, lo que fuera, que sanara mi corazón y le diera sentido a mi vida”, recordó en una reciente entrevista con el medio inglés The Guardian.

Así las cosas, Gilbert eligió como destino para su viaje, Italia, India y Bali. Fue justamente durante esta travesía que la escritora conoció a José Nunes, que en la película se llamó Felipe y es interpretado por Javier Bardem, con quien se casó en 2007.

Hasta ese tiempo, la autora de “Comer, Rezar, Amar”, mantenía una estrecha relación con Nunes, con quien aparentaba una sólida relación. Aunque el matrimonio se vino a pique después de 12 años de convivencia, tras el anuncio del divorcio de Gilbert, que no escondió que se había separado porque se había enamorado de su amiga Rayya Elias.

Rayya Elias: la obsesión de Elizabeth Gilbert

Con Elias mantuvo el contacto a principios de 2000, cuando se conocieron por casualidad. Sin embargo, según confesó Gilbert, el amor llegó de forma inesperada una década más tarde. Como solían pasar mucho tiempo juntas, tanto Elias y Gilbert forjaron una profunda conexión, que desencadenó en un amor apasionado.

Dos meses, después de anunciar su divorcio en septiembre de 2016, ambos lucían radiantes en una publicación de la autora que celebraba el nuevo amor.

Eso sí, en menos de un año, Elizabeth Gilbert hacía público el crudo diagnóstico de Elias, quien padecía un cáncer de páncreas y de hígado, consignó The New York Times.

En sus propias palabras, fue esta traumática noticia que las acercó íntimamente. Al respecto, Gilbert, fiel a su estilo, expresaba su amor a los cuatro vientos: “La muerte –o la perspectiva de la muerte– tiene la capacidad de apartar todo lo que no es real, y en ese espacio de profunda realidad, me enfrenté a la verdad: no solo quiero a Rayya, estoy enamorada de ella. No tengo más tiempo para negar la verdad. La idea de estar algún día en el hospital sentada junto a ella, sujetándole la mano mientras se desvanece, sin nunca haberle hecho saber a ella (¡ni a mí!) el grado de mis verdaderos sentimientos por ella… bueno, ese pensamiento era inconcebible”.

Aunque en su vida privada, la realidad era muy diferente, pues Rayya que era adicta a la cocaína y la heroína, después del diagnóstico de cáncer de páncreas y de hígado, volvió a recaer con mayor fuerza, mientras consumía grandes cantidades de whisky, morfina, Vicodin, marihuana, fentanilo y miles de dólares en cocaína, que Gilbert compraba a traficantes del barrio de East Village, el barrio bohemio de New York.

“Así como Rayya una vez abandonó toda su existencia por la cocaína y la heroína”, escribió Gilbert, “ahora yo abandoné toda mi existencia por Rayya”, afirmó en su última autobiografía “All the Way to the River”, (“Todo el camino hasta el río”, en español), su último libro que profundiza en la relación de ambas.

“Hay una especie de desnudez psíquica al amar a alguien ante la perspectiva de su muerte”, escribió Gilbert en su publicación. “Es una intimidad brutal, pero también es el amor más claro y profundo que existe”, agregó.

La transparencia de Elizabeth Gilbert

En medio de la enfermedad de su pareja, Gilbert, expresó que el amor que sintió por Elias, la transformó en una mujer codependiente. “Mi adicción se manifiesta como una creencia sincera, aunque profundamente errónea, de que alguien externo podrá sanarme milagrosamente por dentro, haciéndome sentir por fin seguro, querido y completo. He pasado toda mi vida buscando a esa persona mágica que me vea y me salve”, recalcó en una entrevista publicada por The Guardian, donde habló de su última publicación, que cuenta detalles inéditos de Rayya.

Según cuenta, su expareja, se había vuelto abusiva y paranoica, además “se arrancaba bichos invisibles de la piel y despotricaba contra la vigilancia policial”. Por otra parte, Rayya solía criticar a Gilbert por tener defectos imaginarios y se negaba a dejarla dormir o a contratar a una cuidadora.

En este punto, Gilbert, para lidiar con el estrés, se automedicaba con alcohol, Xanax, Ambien, psilocibina y MDMA, recogió The New York Times. Es más, Gilbert, llegó a pensar en reemplazar la morfina de Elias con somníferos. “Soy la amable señora que escribió ‘Come, reza, ama’, y estoy en el parque con fentanilo, morfina y pastillas para dormir tratando de planear un asesinato”, dijo Gilbert en una entrevista en su apartamento de Gramercy Park”.

A pesar del crudo momento, Gilbert no se apartó del lado de su pareja, con quien se mantuvo cercana hasta su muerte el 4 de enero de 2018. “Le prometí una y otra vez que nunca la dejaría”, reconoció que le dijo Gilbert a Rayya.