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Un tribunal en Tianjin, norte de China, condenó a muerte a Bai Tianhui, exdirector general de Huarong, por aceptar sobornos de más de 1.100 millones de yuanes. El fallo, parte de la campaña anticorrupción liderada por Xi Jinping, resaltó el impacto social y las pérdidas financieras causadas por Bai. Huarong, originalmente creado para gestionar insolvencias, se convirtió en un consorcio financiero con Lai Xiaomin en 2012, siendo este último ejecutado en 2021 por corrupción.

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Un tribunal en el norte de China sentenció a muerte a Bai Tianhui, el exdirector general del gestor estatal de activos Huarong, por aceptar sobornos valorados en más de 1.100 millones de yuanes (aproximadamente 154 millones de dólares).

La decisión fue anunciada por una corte en Tianjin y reportada por la agencia oficial Xinhua.

El tribunal destacó el “grave impacto social” de los actos de Bai, además de las “abultadas pérdidas” financieras que provocaron al Estado.

Bai Tianhui es uno de varios altos ejecutivos en ser condenados en la extensa campaña anticorrupción liderada por Xi Jinping, secretario general del Partido Comunista de China (PCCh) y presidente de China desde 2012.

Huarong, conocido como uno de los cuatro “bancos malos” de China, fue creado en 1999 tras la crisis financiera asiática. Inicialmente, su objetivo era manejar insolvencias en el sistema bancario chino.

Bai Tianhui condenado a muerte en China

Sin embargo, con la presidencia de Lai Xiaomin en 2012, la compañía se transformó en un consorcio financiero y empezó a invertir en activos de alto riesgo, incluyendo su salida a la bolsa en Hong Kong en 2015.

Lai Xiaomin también fue condenado y ejecutado en 2021 después de aceptar sobornos por un valor equivalente a unos 280 millones de dólares. Su caso fue llamado por la prensa oficial como el “mayor caso de corrupción financiera” en la historia de China.

A fines de 2023, Huarong anunció un acuerdo para adquirir el 5% de su máximo accionista, el banco de inversión estatal Citic, por aproximadamente 1.746 millones de dólares. Esta operación representó una devolución ‘de facto’ del capital que Citic había invertido en el rescate público de Huarong, que incluso cambió su nombre a China Citic Financial Asset Management para capitalizar la marca de su principal accionista.

En el contexto de la campaña anticorrupción de Xi Jinping, China sancionó a 610.000 funcionarios por corrupción en 2023, según la Comisión Central de Disciplina y Supervisión del PCCh.

Aunque esta campaña ha revelado importantes casos de corrupción, también ha sido criticada por algunos como un medio para eliminar a rivales políticos del presidente Xi.