Un multimillonario llevó fósiles humanos al espacio en un viaje comercial de Virgin Galactic y desató todo un debate ético.

El último viaje comercial de Virgin Galactic contó con un curioso elemento que generó debate en el mundo científico: se trata de fósiles humanos que iban en el bolsillo de un multimillonario.

Esto ocurrió el pasado 8 de septiembre, luego que el vuelo espacial partiera desde Nuevo México, en Estados Unidos.

En total iban tres astronautas privados, dos pilotos y un instructor de astronautas, además de fósiles de dos homínidos extinguidos: el Australopithecus sediba y el Homo naledi.

El vuelo duró cerca de una hora y transportó a los ocupantes al espacio suborbital, a unos 88,5 kilómetros de la superficie de la Tierra, consignó DW.

El multimillonario de origen surafricano, Timothy Nash, transportó los restos humanos dentro de una caja en su bolsillo, señaló la revista National Geographic. El argumento de Nash, era el espíritu emprendedor de los primeros antepasados.

“Estas primeras especies y parientes cercanos estaban realmente todos en un viaje de descubrimiento y exploración; a medida que evolucionaban salían del entorno en el que se encontraban, y poco a poco comenzaron a poblar el mundo”, indicó.

¿Un reconocimiento a nuestra historia?

El paleontropólogo y explorador residente de la National Geographic, Lee Berger, fue quien escogió los fósiles que se lanzarían al espacio, ya que él tuvo un papel fundamental en el descubrimiento de ambas especies.

Para el viaje se escogió una clavícula Australopithecus sediba, que tiene dos millones de años, además de un hueso de pulgar de Homo naledi.

Este último es el más cercano a los humanos en el árbol genealógico y se estima que vivió entre hace 236.000 y 335.000 años. Incluso, dice la publicación de DW, habría realizado actividades similares a las humanas, ya que enterraba a sus muertos y creaba arte.

Por otro lado, el origen del Australopithecus sediba es más controversial, ya que algunos científicos piensan que podría ser un antepasado humano directo, pero otros lo ven poco probable, considerando que su data es de unos 800.000 años antes del primer Homo sapiens conocido.

De hecho, el mismo Berger dijo en un comunicado que “el viaje de estos fósiles al espacio representa el reconocimiento de la humanidad a la contribución de todos sus antepasados y de nuestros antiguos parientes”.

Debate ético

Ahora, más allá de lo curioso de la carga que transportaba el multimillonario, hay científicos que criticaron el hecho de que llevara los restos humanos, ya que, aseguran, carece de finalidad científica. Además, se manifestaron preocupados por el alto riesgo que suponía el viaje, ya que una falla en la misión y el resultado pudo haber sido catastrófico, tanto para la tripulación como para los valiosos restos.

“Me horroriza que se les haya concedido un permiso”, escribió en un hilo de X (ex Twitter), Sonia Zakrzewski, bioarqueóloga de la Universidad de Southampton, en el Reino Unido. “Esto NO es ciencia”, añadió.

También en un hilo de X, Alessio Veneziano, antropólogo, biólogo y coorganizador de la conferencia AHEAD (Avances en Evolución, Adaptación y Diversidad Humanas), identificó cuatro cuestiones principales: falta de justificación científica del vuelo, cuestiones éticas en torno al respeto de los restos ancestrales humanos, el acceso de Berger a los fósiles, que pocos otros investigadores compartes y la tergiversación de la práctica de la paleoantropología.

Zeblon Vilakazi, vicerrector de Universidad de Witwatersrand, que tiene la custodia sobre los fósiles, justificó la decisión afirmando que los restos se eligieron cuidadosamente para el viaje espacial porque “se encuentran entre los fósiles de homínidos más documentados que existen, con moldes, escaneados e imágenes disponibles en todo el mundo gracias a nuestros esfuerzos científicos y de acceso abierto”.