Dos empresarios gastronómicos en España dieron cuenta de una peculiar situación ocurrida la semana pasada, luego que una influencer local le ofreciera a través de Instagram realizar publicidad de su restaurant a través de redes sociales a cambio de una cena gratis. Los dueños no aceptaron y denunciaron el hecho.

La lugar se llama AQ y se ubica en la ciudad de Tarragona, siendo uno de los más cotizados de aquel país. Sus propietarios son Quintín Quinsac y su esposa Ana Ruiz.

De acuerdo al reporte de Huffington Post el pasado 7 de junio la joven, cuyo nombre no se dio a conocer, envió un mensaje a través de Instagram a aquella compañía, con una oferta que parecía ser tentadora.

“He visto su restaurante y me encantaría probarlo. He pensado que podríamos colaborar de una forma original y divertida. Consistiría en venir a probar el restaurante de forma gratuita y, a cambio, publicaría toda la experiencia, stories y posteos promocionando el restaurante, ¿qué les parece? Mil gracias”, detallaba el texto.

La respuesta fue escrita por el Quintín Quinsac, quien le indicó por el mismo medio que no les parecía correcto lo que ella proponía.

“Pues la verdad es que no hacemos publicidad en ningún medio desde hace 14 años. Que venga a comer a nuestro restaurante gratis y que nos publicite no nos parece que sea ni necesario ni positivo, seguramente atraerá a más personas a pedirnos gratuidades. En los 16 años del restaurante han pasado los mejores críticos del país y siempre han opinado (bien, por cierto) lo que les ha parecido y por supuesto pagando”, relató.

Asimismo, el empresario hizo referencia a la crisis que vive aquel sector ecnonómico a causa de la pandemia.

“No quiero ser descortés, pero en los tiempos que corren, después de la pandemia y de tener el restaurante cerrado y con restricciones, venir a pedir comer gratis me parece que muestra falta de empatía y oportunismo por su parte”, expresó.

El texto concluyó así: “Vaya usted donde quiera, pague lo que le toca, como hacemos todos, y opine lo que quiera. “¿Qué pasaría si viniese y la comida fuese basura? Sus seguidores se merecen una opinión libre, ¿no cree?.

En conversación con el citado medio, Quinsac contó que antes de responder visitó el perfil de la influencer, que tenía 18.000 seguidores y una cuenta verificada, y notó que no solía referirse a temas gastronómicos.

“Visité su perfil, vi que no tenía nada de gastronomía, que todo eran cremas, productos y demás. Me sentó mal y le contesté. Me tomé mi tiempo para contestarle educadamente porque para mí era importante decirle lo que le quería decir”, sostuvo.

Asimismo, el hombre reveló que recibió varias respuestas de la joven, las cuales prefirió no publicar en redes sociales.

“Hubo una contestación por su parte que no quisimos hacer pública ya que nos pareció muy inapropiada dándonos lecciones de marketing digital, amenazándonos con hacernos mala publicidad, dándonos varios consejos”, concluyó.