Kwon Joon, un niño de 12 años de Cora del Sur, sorprendió con sus inversiones en la bolsa, dado que obtuvo una rentabilidad del 43% en la compra de acciones, actividad que comenzó como un pasatiempo cuando su colegio cerró debido a la pandemia.

Todo empezó en abril del año pasado, cuando Kwon le pidió apoyo a su madre. Ella lo ayudó a abrir una cuenta comercial minorista con 25 millones de wones (poco más de $16.000 al cambio) como capital inicial, cuando el índice bursátil de Corea del Sur (KOSPI) comenzó su recuperación luego de su mayor caída, según informó Reuters.

El niño elaboró una lista de deseos de compras, que hizo durante las correcciones del mercado, e incluyó al mayor operador de aplicaciones de mensajería de Corea del Sur, Kakao Corp., como también a Samsung Electronics y Hyundai Motor.

Gracias a eso y a casi un año de haber comenzado a comprar acciones, el pequeño desea convertirse en un gran inversionista y hacer mucho trabajo de caridad, pero no ir a la universidad. Espera ser el próximo Warren Buffet, inversor y empresario estadounidense.

Respecto a su motivación, Kwon aseguró que vino de parte de la televisión. “Realmente convencí a mis padres, porque le creí a un experto que decía que esta es una oportunidad única en una década“, aseguró.

“En lugar de operaciones diarias centradas en el corto plazo, quiero mantener mi inversión durante 10 a 20 años con una perspectiva a largo plazo, con la esperanza de maximizar mis retornos”, amplió el niño.

El caso de Kwon es uno de tantos inversores minoristas que usan fondos para comprar acciones y que han generado un aumento de este tipo de compradores en medio de la pandemia.

La tendencia se inclina hacia niños y adolescentes, quienes ocupan dos tercios del valor social de las acciones de dicho país. El contexto sanitario actual también ha impulsado el mercado de valores, donde, desde enero de 2020, se consolidaron aproximadamente el 70% de las 214 mil cuentas de corretaje para menores de Kiwoom Securities, una de las principales firmas del comercio minorista en la nación.

Por parte de Lee Eun-joo, la madre del niño, consideró clave que este aprendiera de negocios y mercado para que sobresaliera en el mundo académico.

En medio de la inquietud de que los estudios no garantizaran una estabilidad laboral para su hijo, la mujer contó que “debido a que ahora vivimos en un mundo diferente, podría ser mejor convertirnos en el tipo de persona ‘única"”.

En esa misma línea, Corea del Sur es uno de los países con más educación según la OCDE, sin embargo, las cifras del país muestran que el desempleo para los jóvenes entre 15 y 29 años alcanzó un récord en enero pasado, con un 27,2%.

“No hay suficientes puestos de trabajo para los graduados universitarios, por lo que muchos están optando por diversificar temprano su trayectoria profesional”, opinó la investigadora vocacional Min Sook-weon.