Una mujer de 69 años se valió de su carisma para engañar a las autoridades y viajar en aviones gratis durante 20 años. Su método era simple. Y si fallaba, confesó que pedía disculpas, daba media vuelta y regresaba a casa para volver a intentarlo otro día.

Hablamos de Marilyn Hartman, ciudadana estadounidense de 69 años famosa en las aerolíneas anglosajonas por sus ya sabidas artimañas, las mismas que le permitieron concretar 30 vuelos sin pagar un solo dólar.

La anciana fue arrestada el mes pasado en la víspera de un viaje en el Aeropuerto Internacional O’Hare de Chicago, aunque antes ya había sido arrestada varias veces por los mismos cargos.

A diferencia de aquella ocasión, según el portal CBS, ahora será enjuiciada en calidad de imputada por un delito “grave”.

De acuerdo a su propio relato, y tal como replica el mismo medio estadounidense, sus andanzas comenzaron en 2002: “La primera vez que pude pasar, volé desde Chicago a Copenhague. La segunda vez que volé a París”.

Aeropuertos de Norteamérica y Europa conocieron de sus estrategias. Su técnica era simple: caminar entre los pasajeros sin identificación hasta llegar a la sala de espera. Y una vez a bordo, se ubicaba en un asiento donde no fuese descubierta.

CBS

“Lo que tengo que decir es que nunca he podido subirme a un avión sola. Siempre me dejaron pasar. Me refiero a que pude pasar por las líneas de seguridad sin una tarjeta de embarque”, explicó.

La primera vez que cayó en manos de la policía fue en agosto de 2014, en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. Un día después salió en libertad y esa misma jornada fue atrapada nuevamente en el aeropuerto. Fue condenada a seis meses de prisión.

Al tiempo, fue retenida cuando abordó un vuelo entre Minnesota y Florida e intentó entrar a un hotel con un nombre falso. Bajo ese delito, fue formalizada por suplantación de identidad y otros cargos.

CBS

En las instancias decisivas, la mujer apelaba a su edad y carisma para ablandar las penas punitivas. Su último arresto ocurrió el año pasado en Londres, donde fue sorprendida sin un boleto de avión.

“Que ella pueda repetir eso una y otra vez, es simplemente alucinante… La genialidad de su modo de operación está en su simplicidad. Son los tipos de planes poco sofisticados que suelen ser los más exitosos”, comentó el experto en seguridad de la aviación Jeff Price al diario británico Daily Mail.

A raíz de la pandemia, Hartman fue dejada en libertad nuevamente, pero en marzo un GPS arrojó sus huellas en el Terminal 1 del aeropuerto de Chicago.

En su defensa, y en diálogo con la publicación británica, la imputada expuso sus argumentos: “Soy bipolar. Y esto es algo que he rechazado durante años. Cuando tomé el avión, no estaba feliz”.

“No estaba: ‘oh, voy aquí o allá’, en realidad estaba en un estado mental deprimido… Quiero la oportunidad de disculparme con las personas que he lastimado”, lamentó.