Muchas veces resulta extremadamente complicado llegar a un acuerdo cuando de reuniones o celebraciones se trata. Que no todos puedan juntarse el mismo día o que la hora no le acomoda a la mayoría, son sólo algunos de los inconvenientes que se presentan.

Cuando finalmente todos logran ponerse de acuerdo siempre habrá alguien que a última hora cancele y haya que reprogramar los planes. Un ir y venir de propuestas de las que al final se cansan todos y desde ahí sólo queda esperar a que, algún día, los calendarios de la mayoría se alineen.

Este fenómeno puede ser muy molesto, pero si eres sincero contigo mismo, ¿no es a veces aliviador cancelar los planes y, en cambio, quedarse descansando en la casa o dedicar ese tiempo para otra cosa?

John-Mark Smith (CC0)
John-Mark Smith (CC0)

Ansiedad social

Según Simon Rego, jefe de psicología del Centro Médico Montefiore en el Bronx, la ansiedad social puede desempeñar un papel importante, pero el hecho de que elija cancelar más que salir no significa necesariamente que tenga una señal de la afección.

“Con la ansiedad social tiene miedo de ser juzgado o rechazado en situaciones sociales”, dice. “Muchas personas con trastornos de ansiedad manejan sus factores desencadenantes con la evasión y se sienten aliviados cuando no tienen que ingresar en una situación que les resulta difícil”.

Pero la neurobióloga Amy Banks, terapeuta especializada en la desconexión relacional y autora de Wired to Connect, explica que es perfectamente normal sentir un poco de temor antes de las funciones sociales.

Pixabay (CC0)
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“Las personas con ansiedad social pueden continuar sintiéndose angustiadas por completo; para la mayoría de las personas, sin embargo, esas preocupaciones generalmente se disipan una vez que están allí y el desafío es llegar a ese punto”, afirmó.

De acuerdo con Banks, una explicación para la alegría de cancelar los planes es bastante simple: los horarios de algunas personas son realmente exigentes y la disminución de actividades sociales es la ruta más fácil hacia un tiempo de inactividad tan necesario, consigna el sitio de variedades The Cut.

“Mucha gente subestima lo que pueden soportar, por lo que cancelar se siente bien porque solo pasan muchas cosas y realmente necesitan una noche libre”, explicó.

También influyen las personas

Existe la posibilidad de que la satisfacción de cancelar los planes tenga relación con la manera en que se siente la persona que desiste. “Podríamos
tener relaciones que realmente no se sienten mutuas o iguales, como cuando alguien constantemente lleva la conversación o es condescendiente”, explica Banks.

Agrega que reunirse con esas personas puede ser estresante o agotador, por lo que es posible que experimentemos alivio al cancelar porque no nos sentimos bien al verlas. Y de ser así, debemos ver si es necesario trabajar en esa relación o mejor dejarla de lado por un tiempo.

Cuando se trata de una persona a la que no vemos cara a cara muy a menudo, este esfuerzo puede ser aún más grande en comparación con la facilidad de enviar un mensaje de texto o a través de las redes sociales.

Skitterphoto (CC0)
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“Las personas sienten que sus necesidades de contacto se satisfacen al mantenerse al día con su celular, por lo que estar con la gente (en persona) se convierte en una carga”, dice Sherry Turkle, directora de la Iniciativa MIT sobre Tecnología y Ser y autor de Reclaiming Conversation .

“Reunirse puede ser estresante, pero en línea o por mensaje de texto, nuestras relaciones son ordenadas: podemos ocultar lo que queremos ocultar y evadir a las personas cuando las cosas se ponen incómodas”, explicó la especialista.

Tim Gouw (CC0)
Tim Gouw (CC0)

Lo importante es que sepas como reprogramar un actividad para que al final no tengas problemas o termines sintiéndote culpable. Asimismo, la idea es que no te hagas “famoso” por ser la persona que siempre deja de lado sus compromisos e invente formas de no cumplirlos.

“Cuando cancelamos planes a través de un dispositivo no tenemos que ver o escuchar la decepción o la tristeza del otro”, dice Rego. “Cuando tienes que enfrentarte a esa persona y a su reacción emocional cara a cara, se vuelve más difícil, porque realmente tienes que procesar que estás haciendo que alguien se sienta potencialmente mal”, concluyó.

Así que si estás realmente ocupado entonces intenta no comprometerte con situaciones con las que no podrás seguir adelante por falta de energía o ganas.