Las hormigas rojas de fuego, conocidas como "invencibles", evolucionaron hace un millón de años, pasando de tener sólo una reina a aceptar múltiples a la vez. Luego, traspasaron ese "supergen" a otras especies. Los científicos esperan que estos descubrimientos ayuden a comprender los procesos evolutivos.

Científicos de la Universidad Queen Mary de Londres han descubierto que las hormigas rojas de fuego contribuyeron a que otras especies de este insecto evolucionaran a una nueva forma de sociedad hace un millón de años, al traspasarles un “supergen” que les da más oportunidades de supervivencia.

Estas hormigas, que suelen ser denominadas ‘invencibles’ por su capacidad invasora, originalmente solo tenían colonias con una reina. Sin embargo, el equipo descubrió, en una investigación previa, que hace un millón de años evolucionaron a la nueva forma de organización, en que las colonias podían tener docenas de reinas.

Esta propagación ocurrió a través de la hibridación, es decir, la reproducción entre hormigas de diferentes especies. Este evento improbable proporciona un modo de vida alternativo, lo que hace que las hormigas tengan más éxito en comparación a si solo tuvieran la forma social original.

Una versión particular de una gran parte del cromosoma, denominada “supergen social”, incluye la información genética necesaria para que las obreras acepten más de una reina.

La nueva investigación, publicada en Nature Communications, analizó los genomas completos o conjuntos de instrucciones de 365 hormigas de fuego macho para examinar la evolución del súper gen social y encontró que la misma versión de este cromosoma está presente en múltiples especies de hormigas de fuego.

La transferencia de grandes cantidades de información genética entre especies es rara debido a las incompatibilidades genéticas. Sin embargo, en este caso, las ventajas de tener múltiples reinas anularon las incompatibilidades, y el material genético se propagó repetidamente a otras especies a partir de la especie de origen en la que evolucionó esta nueva forma social.

La forma social de múltiples reinas tiene ventajas en varias situaciones. Por ejemplo, una colonia de múltiples reinas tiene más obreras y, por lo tanto, puede superar a una colonia con una sola reina. Además, si hay una inundación, es menos probable que una colonia con múltiples reinas se quede sin reina.

El doctor Yannick Wurm, lector de genómica evolutiva y bioinformática en la Universidad Queen Mary de Londres y miembro del Instituto Alan Turing, dijo en un comunicado: “Esta investigación revela cómo las innovaciones evolutivas pueden extenderse entre las especies. También muestra cómo funciona la evolución a nivel del ADN y cromosomas”.

“Fue increíblemente sorprendente descubrir que otras especies podían adquirir una nueva forma de organización social a través de la hibridación. La región supergénica que crea colonias de múltiples reinas es una gran pieza de cromosoma que contiene cientos de genes. Las muchas partes de un genoma evolucionan para trabajar juntos de manera afinada, por lo que de repente tener una mezcla con diferentes versiones de muchos genes de otra especie es complicado y bastante raro”, añadió.

Ahora, los científicos esperan identificar qué genes conducen a estos cambios en el comportamiento, lo cual esperan que ayude “a llenar más vacíos en nuestra comprensión de los procesos evolutivos”.

Rodrigo Pracana, autor principal del estudio, también de la Universidad Queen Mary de Londres, agregó: “Nuestro estudio muestra cómo el análisis detallado de un gran número de animales salvajes puede proporcionar una nueva y sorprendente perspectiva sobre cómo funciona la evolución”.

El equipo de Queen Mary estuvo previamente entre los primeros en el mundo en aplicar enfoques de secuenciación de ADN a gran escala a insectos salvajes, lo que les permitió descubrir uno de los primeros súper genes conocidos.

Las hormigas rojas de fuego son nativas de América del Sur y son famosas por su dolorosa picadura. Una de estas especies es conocida en muchas otras partes del mundo, donde su agresividad y alta densidad de población la han convertido en una plaga invasora.

Los esfuerzos para controlar la propagación de esta especie no han tenido éxito en gran medida, como lo indica su nombre en latín, Solenopsis invicta, que significa “la invencible”.