La revista científica Scientific Reports ha dado cuenta de una innovadora investigación acerca de la forma como los perros pueden memorizar nombres de objetos “humanos” con sólo cuatro repeticiones. Para aquello, se tomaron los casos de un border collie y una yorkshire terrier.

El el estudio fue realizado por miembros de la organización Family Dog Project y el Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd (Hungría), basados en las experiencia de los dos animales.

El caso partió con la premisa de que los perros tienen cualidades para aprender o recordar un número limitado de nombres o palabras que los humanos asignan a los objetos, así como los nombres de las personas.

No obstante, sostienen, este número puede incrementarse y, en casos como los de los animales en estudio, superar las cien palabras sin excesivo esfuerzo y con método de trabajo práctico.

Claudia Fugazza, profesora y miembro del equipo de investigación de Family Dog Project, indicó que la clave para lograr esto es mantener a los perros expuestos a variados juegos en compañía de sus dueños, lo cual no requiere un entrenamiento intenso.

En este caso particular, el estudio con el border collie y la yorkshire terrier evaluó la capacidad que tenían ambos de aprender una palabra nueva luego de escuchar en cuatro ocasiones.

Family Dog Project

“Si bien es natural pensar que los perros, como los niños humanos, aprenderían palabras principalmente en un contexto social, estudios previos probaron la capacidad de los perros talentosos para aprender nombres de objetos durante una tarea basada en la exclusión”, indicó Claudia Fugazza.

En el juego, los perritos estuvieron enfrentados a una configuración en la que había siete juguetes que resultaban ser familiares, a los cuales se le agregó una nuevo.

Tras eso, sus dueños tuvieron la oportunidad de comprobar la capacidad de elegir el objeto nuevo al escuchar un nombre que también era distinto.

“Queríamos saber en qué condiciones los perros superdotados pueden aprender palabras nuevas. Para probar esto, expusimos a Whiskey y Vicky Nina a las nuevas palabras en dos condiciones diferentes, por exclusión y en contexto social”, sostuvo Fugazza.

En aquella tarea, indican, los dueños comprobaron que sus mascotas podían seleccionar el juguete nuevo cuando su dueño pronunció un nombre que les era distinto, lo que dejó en evidencia que ellos pueden seleccionar un elemento al excluir los demás porque estos ya tienen un nombre propio.

Family Dog Project

Tras eso vino el denominado “proceso social”, en el cual los canes debían jugar con las personas utilizando únicamente el objeto nuevo.

En el reporte se indicó que en los dos casos de estudio ellos pudieron seleccionar el elemento más novedoso cuando escucharon su nombre en cuatro ocasiones.

“Este aprendizaje rápido parece ser similar a la forma en que los niños humanos adquieren su vocabulario alrededor de los 2-3 años de edad”, indicó Adam Miklósi, jefe del Departamento de Etología y coautor del estudio.

Por otro lado en las conclusiones se expuso que, luego de los primeros ejercicios, la memoria de los dos perros sobre las palabras aprendidas decayó con bastante rapidez.

En este sentido, explicaron, si bien los canes tuvieron éxito luego de minutos de haber escuchado los nuevos términos, éste no se replicó cuando los ejercicios se realizaron tras 15 o 30 minutos.

Según expertos, esto podría ser duradero con un entrenamiento más intensivo, aunque este hallazgo no deja de ser una sorpresa en el caso de estas razas, consideradas en el espectro de las más “inteligentes”.