Miles de monos mantienen bajo férreo acoso a Shimla, la antigua capital de verano de la época colonial británica en el norte de la India: atacan a los lugareños y a los visitantes, y a veces les causan heridas graves.

Durante el estricto confinamiento nacional que rigió de marzo a junio, la mayoría de los macacos abandonaron esta famosa estación de montaña con edificios victorianos refinados en las estribaciones del Himalaya para partir en busca de alimentos a las zonas rurales circundantes.

Pero después de la flexibilización de las restricciones, estuvieron de regreso. Unos 50 grupos de monos hambrientos volvieron al acoso, robando bolsas de comida y mordiendo a los transeúntes.

Shimla, ciudad de 160.000 habitantes y capital del Estado de Himachal Pradesh, atrae a los turistas, sobre todo el verano para escapar al calor, pero también a los monos que se deleitan con los residuos que dejan de hamburguesas o pizzas.

Nand Lal, de 46 años, muestra las heridas que le causaron unos monos en plena calle. “Pasaba frente a un grupo de monos cuando el macho dominante me atacó de repente y otros tres se le unieron”.

Mordida en la espalda

“Afortunadamente”, agarré un palo y pude hacer que se fueran. Tengo moretones por toda la cabeza y la cara. Sangraba por una mordida en la espalda”, cuenta. Tuvo que recibir varias inyecciones antirrábicas.

“La gente tiene mucho miedo y no sabe qué hacer”, afirma Kuldeep Chand Sood, antiguo juez de la Corte Suprema ya retirado, mostrando el hueco que le dejó en su pierna la mordedura de un mono cuando estaba sentado en su terraza.

“Estaba leyendo cuando un gran mono me atacó de repente”, contó a la AFP. En su barrio de Sanjauli, muchas casas protegen sus terrazas y ventanas con rejas. Los monos no dudan en llegar a vaciar los refrigeradores.