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La dura historia de Nano, el gato con las orejas mutiladas que dio la vuelta al mundo

31 agosto 2019 | 08:00

Durante esta semana, un emotivo caso de rescate animal conmovió a las redes sociales y dio la vuelta al mundo. Se trata de Nano, un gato cachorro que fue rescatado en España por una agrupación animalista que lo encontró con sus orejas mutiladas y repletas de gusanos.

Tal como contó la organización sin fines de lucro Animal Rescue España (ARE) a la emisora española Cadena Ser, el gatito fue hallado en la localidad de Toledo hace dos semanas y asistido rápidamente por veterinarios que trabajan con la agrupación.

En esa fecha, ARE compartió una serie de impactantes imágenes del gato -que estiman que sólo tiene tres o cuatro meses de edad-, en donde se divisan los gusanos saliendo de sus oídos.

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Animal Rescue España | Facebook

Respecto a sus orejas, los médicos veterinarios le aseguraron a los rescatistas que lo más probable es que alguien las cortó intencionalmente. “La crueldad humana no tiene límites y cada día nos sorprendemos un poco más”, escribieron en la publicación de Facebook que no tardó en viralizarse.

“Es común encontrarse animales con daños que no han sido causado por accidentes, sino que por crueldad humana. Cada vez encontramos más animales con golpes, con heridas (de este tipo)”, expresó el rescatista Fran Díaz a la citada emisora.

La publicación alcanzó tal viralización en redes sociales, que el caso acaparó los medios a nivel nacional -y luego en todo el mundo-, lo que logró que ARE recolectara el dinero para los gastos médicos del cachorro.

De la misma forma, los rescatistas explicaron que no fue difícil encontrarle una familia que lo adoptara debido a lo mediático del caso, proceso que incluso fue televisado por señales españolas. Sin embargo, ¿podrá Nano tener una vida normal, como cualquier otro gato?

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Un gato sin orejas

Para entender la importancia de las orejas en los gatos, la médica veterinaria María Paz Iturriaga, especialista en medicina interna felina y miembro de la Comisión de Tenencia Responsable del Colegio Médico Veterinario (Colmevet), explicó a BioBioChile que este es el órgano de la audición y el balance para los gatos.

“Las orejas se dividen en tres partes: externa, media e interna. La externa es el pabellón auricular y el conducto auditivo, la media es el tímpano y una cámara que contiene tres huesecillos y la interna contiene el órgano de la audición (cóclea) y el sistema vestibular, encargado del equilibrio”, detalló la experta.

Imagen vía: aztecashihtzus.jimdo.com

Considerando lo expresado por los veterinarios a la agrupación, que al gatito le amputaron la parte externa de este órgano a “sangre fría”, Iturriaga precisó que esta parte está encargada de “capturar las ondas de sonido que van por el canal auditivo al oído medio”, las que también se mueven de forma independiente.

“Con ellas localizan e identifican los sonidos más mínimos”, agregó y señaló que éstas les sirven para comunicarse mediante su posición, las que sirven como “expresión facial”.

De esta forma, la veterinaria dijo que si bien “un gato puede vivir sin pabellón auricular, tendrá problemas de localización e identificación de sonidos aunque no de equilibrio (a menos que hubiese un daño en las otras dos partes)”.

“También podría tener problemas de comunicación con otros gatos por tener alteración en su expresión facial”, puntualizó.

Sin embargo, lo peor de esta lesión es el dolor. Así lo recalcó la experta, quien sostuvo que esta parte de las orejas tienen muchos nervios y músculos, como también vasos sanguíneos.

“Si le cortaron los pabellones auriculares así es una herida abierta, que sangra, que se va a infectar si no es tratada. Esto genera infección, inflamación y mucho dolor. Sin anestesia ni nada es cruento y doloroso”, afirmó y detalló que sólo se sacan cuando el gato sufre un cáncer a la piel usando anestesia y, posteriormente, analgésicos.

Gusanos dentro del oído

Además de la mutilación en sí, otro impactante aspecto del caso de Nano son los gusanos que habían en el interior de sus cavidades auditivas. María Paz Iturriaga explicó que lo más probable es que estos fuesen larvas de moscas.

“Cuando hay heridas, las moscas se paran sobre éstas y depositan huevos, de los que salen larvas que se alimentan del tejido vivo. Es frecuente verlas en heridas que están expuestas y que no están cuidadas”, informó.

En efecto la miasis (larvas de moscas) se hospedan en las heridas abiertas y se producen mayoritariamente en épocas de calor (en España es Verano).

El sitio especializado Mascota Fiel confirmó que “este tipo de infección suele aparecer en las zonas cercanas a los ojos, nariz, boca, zona genital, ano y heridas cutáneas abiertas”, y por negligencia de los cuidadores de los gatos.

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Iturriaga subrayó que estas experiencias, tanto la mutilación como la infección, pueden ser traumáticas para los gatitos. “Imagínate: atrapar a un gato, agarrarlo, sujetarlo, generarle una herida y una amputación de alguno de sus órganos sin anestesia, obviamente va a ser muy traumático”, enunció.

Aún así, al parecer Nano fue una excepción y, tal como expresaron desde el refugio “es muy cariñoso”.

Un psicópata en potencia

Una de las interrogantes que más se reitera entre los comentarios de quienes conocen el caso de Nano, es “¿quién es capaz de dañar a un gato de esta forma?”. Al respecto, la psicóloga Mireia Leal explicó al medio español La Vanguardia, que existe un perfil de las personas que cometen estos crueles ataques.

Según explicó al artículo, para estas personas “identificar a alguien más vulnerable y frágil es una manera fácil para no sentirse los últimos de la cadena”. En tanto, también indicó que la violencia contra los animales suele ser efectuada por hombres y menores de edad. “Este problema se genera en los primeros años de vida”, señaló.

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En tanto, Leal explicó que los motivos detrás del niño que maltrata a los animales son varios: “falta de empatía, por haber sido víctima de abusos, maltratos o abandono; la falta de una educación adecuada, dirigida a reconocer el animal como un ser vivo, aunque diferente; o, finalmente, la emulación de los gestos violentos cometidos por los padres hacia él o hacia el animal, incluso para castigar al niño”.

“Si dentro del hogar abusar de otros es visto como algo normal, con toda probabilidad esta actitud será emulada por el menor”, explicó el artículo.

En tanto, en una investigación científica llamada Crueldad animal y desórdenes psiquiátricos, los investigadores relacionaron estas conductas con el trastorno anti-social. Para ello reunieron a 96 hombres acusados de cometer delitos, de los cuáles la mitad tenía antecedentes de maltrato animal. “Tenían un patrón deliberado y repetido, de herir innecesariamente a animales vertebrados en una manera probable de causar lesiones graves”, detalló el documento.

De la misma forma, se estableció que los individuos con maltrato animal son cinco veces más propensos de cometer violencia intrafamiliar. Aún así, la psicóloga detalló en el medio que “no todo individuo que haya maltratado animales será un maltratador de humanos. Sin embargo, casi todos los individuos que son maltratadores de humanos han tenido episodios de abusos hacia los animales en la infancia, por tanto es un buen predictor de los trastornos de conducta futuros”.

En tanto, en Chile han existido casos horribles y mediáticos de maltrato a gatos. Uno de ellos fue el de youtuber de 15 años que se grabó matando a su gato a golpes, quien incluso publicó en Twitter que no le importaba haber asesinado al felino: “Sólo es una novedad del día y ya”, expresó entonces.

cameron.small | Flickr CC

Otro caso fue el de Emmita, una gata que fue torturada hasta la muerte por tres adolescentes en Colina. En julio de este año, una mujer de Quilpué denunció que su gata fue violada por un hombre.

Finalmente hay que señalar que, según cifras entregadas por la Policía de Investigaciones (PDI), las denuncias por maltrato animal en Chile registraron un alza superior al 200% desde 2017.