Ya comenzaron las altas temperaturas en el centro sur del país, por lo que se hace necesario alertar a la población para que tome las precauciones correspondientes.

Entre los más afectados por estos fenómenos de calor están nuestras mascotas, especialmente los perros porque presentan problemas para ventilarse y termorregularse solos. A esto se suma que es en esta época cuando el control de parásitos como pulgas y garrapatas se hace más complejo.

Erwin Flores, Médico Veterinario y Profesor de razas y zootecnia canina explica que, “el perro tiene una temperatura corporal más elevada que los humanos y es muy deficiente en glándulas sudoríparas, por lo mismo, no transpira”.

“Puede sufrir un golpe de calor en cuestión de minutos que puede ser fatal, por eso es muy importante saber reconocer algunos signos que nos pueden alertar para prevenir este tipo de problemas”, agrega.

El veterinario detalla que “si nuestro perro está agitado, con jadeo excesivo, salivación que aumenta, comienza a notarse desconectado del medio ambiente o con algunas bajas en la respuesta a los estímulos externos, es sinónimo de que nuestra mascota podría estar al borde de un shock de calor y será urgente buscar la ayuda de un especialista”.

Pulgas y garrapatas

Con las altas temperaturas también prolifera más rápidamente la aparición de pulgas y garrapatas, parásitos que se reproducen muy rápidamente, atacando a los animales e infestando el ambiente. Para evitar esta desagradable situación que además pone en riesgo la salud de las personas por las enfermedades zoonóticas que pueden transmitir, se requiere de una intervención con productos específicos que proteja al animal y el ambiente por al menos 12 semanas.

En ese escenario, los tratamientos de uso tópico no suelen ser suficientes, debido a que su eficiencia va disminuyendo con el agua y en épocas de calor, se recomienda bañar a los perros más seguido, ya sea con shampoo o sólo con agua para refrescarlos, lo que inevitablemente va retirando este tipo de productos.

“Lo más recomendable será utilizar algún tratamiento oral, que ofrezca protección al animal por 12 semanas, evitando de paso el olvido humano ya que si falla el factor humano, falla el ciclo de protección”, aclara Flores.

Por otra parte, en vacaciones muchas personas dejan a sus perros en hoteles especializados y ese cambio de ambiente, en el que entran en contacto con otros perros y otros escenarios, predispone al contagio de estos parásitos.

Algunos tips

Si notamos que nuestro perro podría estar sufriendo con el calor, “lo primero que debemos evitar es pasear a nuestras mascotas durante las horas con temperaturas más altas, ojalá lo hagamos durante la mañana o la noche”.

“Debemos recordar que los perros no usan zapatos y si bien los cojinetes sirven para ayudar a regular la temperatura, igualmente pueden sufrir quemaduras”, afirma el veterinario.

También recomienda tener una fuente de agua fresca cerca y llevar siempre rociadores de agua para refrescar a la mascota. Si es trasladado en automóvil “tiene que ir necesariamente con aire acondicionado, pues los vehículos funcionan como un horno y el calor siempre es mayor”.

En la misma línea, agrega que “jamás se debe dejar a los perros encerrados en un automóvil, ya que estos pueden alcanzar temperaturas que superan los 60°C en menos de 5 minutos una vez que se apaga el motor, lo que puede ser fatal para el animal”.

El profesional recalca además que hay que evitar cortarles el pelo, pues, al contrario de lo que siempre se ha creído, “el pelo del perro cumple una función y no es solamente de abrigo. El pelo es parte de su piel y aumenta la superficie de contacto para poder ventilarse. Bajo ese manto, hay bolsas de aire que se forman entre el subpelo y el pelo de cobertura cuya función específica es aislar del calor. Esto ayuda al perro a termorregularse, siendo fundamental para su protección”, puntualizando.

“El pelo de la mascota debiera cortarse sólo bajo indicación o sugerencia médica”, recuerda.