Buenas noticias han llegado en las últimas semanas en el contexto de la pandemia, luego que Pfizer, Moderna y Oxford anunciaran que sus vacunas contra el coronavirus sobrepasaron el 90% de efectividad contra el patógeno.

La primera empresa en entregar informaciones alentadoras en este campo fue Pfizer, la cual concluyó últimamente que sus pruebas de Fase 3 estaban en valores cercanos al 95% de eficiencia.

No obstante, de ahora en adelante bien vale preguntarse qué etapa viene para Chile, país que ha logrado un control nacional de la pandemia durante los meses de primavera, promediando cifras de contagios diarios entre 1.300 y 1.700 personas, según cifras oficiales.

De momento, los expertos en el tema sostienen a BioBioChile que lo informado por la farmacéutica estadounidense son datos sumamente alentadores, aunque se vienen meses donde se desarrollará un largo proceso de inmunización.

En primer lugar, el médico José Gregorio Martínez Bolivar, infectólogo de Clínica Vespucio, explicó cómo es el funcionamiento de esta vacuna, la cual calificó como sumamente innovadora.

“Lo que hace la vacuna de Pfizer es tomar parte del código genético, del ARN del virus; eso queda envuelto en una capa de lípidos. Todo eso se le inyecta al paciente, esa capa de lípidos es para que el código genético ingrese a las células”, expuso.

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“Una vez inyectado este material genético, lo que se quiere es que la vacuna ingrese a la célula y le enseñe a esta a producir unas proteínas del virus, las cuales son las que en última instancia le enseñan a nuestro sistema inmune a producir anticuerpos y activar las células que nos defienden de la infección. Eso es lo que pretende la dosis”, agregó.

En este sentido, el especialista sostuvo que existe optimismo respecto al futuro de la pandemia, teniendo en cuenta las informaciones de Pfizer, aunque de momento esto hay que tomarlo con la cautela propia de una emergencia sanitaria.

“La verdad es que es un anuncio esperanzador, sin ir más lejos expertos en el tema han coincidido en que estos datos, de una vacuna que además es innovadora, son alentadores. El hecho que una vacuna tenga un 90% de efectividad da energía para enfrentar epidemiológicamente esta enfermedad”, señaló.

“Sin embargo, también hay que verlo con bastante cautela, porque esto no significa que el término de la pandemia esté cerca, aún hace cierto tiempo para esta vacuna y llegar a lo que queremos todos, que es su uso masivo. Todavía no resuelve el problema de raíz, la pandemia sigue en curso”, expuso.

Otro tema relevante en esta campo es si las vacunas que se están produciendo en la actualidad serán efectivas contra las decenas de mutaciones que han existido del virus en el mundo. Para Martínez, esto sólo se podrá observar con el paso del tiempo.

“En la práctica nosotros no sabemos cómo se va a comportar esta vacuna al enfrentarse a las posibles mutaciones que sabemos que va a hacer el virus en el presente y futuro. Ahora bien, la técnica, que es como un trozo de ARN, son más fáciles de modificar y ajustar a estas mutaciones, porque lo que tendrían que hacer es cambiar el trozo de ARN que usaron en la vacuna de este año para la vacuna del año que viene, por ejemplo”, indicó.

“A pesar de que hay cosas que no sabemos, sí podemos decir que la técnica permitiría adaptar una vacuna a esa mutaciones”, añadió.

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Por su parte, el doctor Roberto Olivares, jefe de Infectología de Clínica Dávila, deslizó una opinión algo más favorable en este aspecto.

“Si el virus no cambia en forma significativa y la proteína de la espiga del virus se mantiene estable, debería funcionar bien para la mayoría de las cepas. Esto porque la proteína de la espiga del virus es la que va a bloquear los anticuerpos que genere la vacuna”, sostuvo.

Asimismo el infectólogo Leonardo Siri, de la Clínica Bupa, dejó entrever que este proceso de vacunación en Chile podría muy similar al de la Influenza.

“Lamentablemente es imposible de saber. En ese sentido, se cree que va a ser una vacuna tipo influenza; no va a evitar que te infectes en un 100%, pero debería evitar la mayoría de casos graves”, opinó.

Una situación que se ha hablado bastante en Chile es la temida Segunda Ola del virus, la cual podría provocar estragos en el sistema de salud a partir del otoño de 2021. Sin ir más lejos, en Europa las cifras de contagios han sido aún mayores que en el primer periodo (comienzos de 2020).

Para los especialistas, un hipotético proceso de vacunación podría frenar en parte los efectos de una segunda ola, aunque de momento se debe tener cautela.

“Nosotros esperamos que en el inicio de la vacunación, y más si es una como esta, se vea una reducción de casos. Así si se llegase a comenzar a vacunar en este momento, tendría un efecto de disminución de casos y contención de segundo brote en Chile”, sostuvo Martínez.

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Para Olivares, hay que tener en consideración cuándo podrían verse los efectos de un hipotético segundo brote a nivel nacional.

“Depende de cuándo llegue la segunda ola. Si se da en diciembre de este año o durante el primer trimestre del próximo, la probabilidad de que la vacuna esté disponible para esa fecha es baja y, por lo tanto, no va a tener ningún impacto en atenuar una segunda ola. Si estuviera disponible masivamente ahora, probablemente sí podría tener un efecto atenuador”, comentó.

Una opinión similar manifestó Siri: “Esto depende de cuándo esté disponible, que probablemente será entre el 1er y 2do semestre del 2021. En ese contexto, tenemos muchos meses aún para un rebrote, por lo que por lo pronto el mensaje es mantener los cuidados y las medidas recomendadas por la autoridad sanitaria, las cuales debemos seguir implementando una vez que esté la vacuna disponible. Aún no se sabe cuan duradera va a ser la inmunidad, ni si la vacuna va a lograr erradicar el virus”.

Otro punto fundamental en toda esta discusión será la modalidad de ejecución de este proceso de vacunación. En este sentido, hay bastantes puntos a considerar para saber si esto podrá llevarse a cabo en centros de salud o en los hogares de las personas.

“La forma más segura, si se considera la pandemia actual, es aquella que permita no aglomerar a mucha gente. Eso sería por ejemplo que la vacuna llegara a la casa de las personas. Ahora, algo importante es que esta vacuna no sólo es especial por la forma como actúa, sino porque es parte de las vacunas ultra frías, es decir que tiene conservarse en una temperatura menor de -70 grados. Eso hay que ajustarlo a la lógica de cada país. Hay que hacer un balance entre estos factores”, destacó Martínez.

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Para Olivares la refrigeración también será un punto que se tendrá considerar en los próximos meses.

“Los procesos de vacunación van a depender de la infraestructura que necesite la vacuna. Algunas requieren cadenas de frío muy estrictas, como la vacuna de Pfizer, otras no tanto. Las vacunas en base a RNA mensajero, el cual es el caso de la vacuna Pfizer, son más complejas en su manejo que las vacunas más tradicionales”, indicó.

“Habría que ver cuáles vacunas va a comprar el gobierno. Así que al menos deberían ser los vacunatorios formales en hospitales y clínicas, y en los consultorios habilitados para este efecto, que tengan la implementación adecuada”, agregó.

Por su lado, Siri apunta a mantener el programa actual que tiene el Ministerio de Salud, básicamente por los resultados que ha experimentado en los últimos años.

“El programa nacional de vacunación es uno de los mejores y más eficientes del mundo, alcanzando coberturas muy altas, por ende, lo ideal es mantener la maquinaria ya instalada en la atención primaria y vacunatorios privados”, concluyó.