Muchas veces se confunde con mañas, pero no lo son. Se trata de un trastorno alimenticio asociado principalmente a la salud mental.

Cuando se habla de trastorno alimenticio, generalmente se piensa en la bulimia o anorexia, sin embargo, también hay otros que no son tan conocidos, pero igual de preocupantes.

Hablamos del Trastorno por Restricción Evasiva de la Ingesta de Alimentos (Arfid por sus siglas en inglés).

Según la revista Womens Health, la National Eating Disorder Association (NEDA) consigna que cerca de 20 millones de mujeres y 10 millones de hombres presentan algún tipo de trastorno alimentario en la vida.

Trastorno alimenticio: ¿Qué es el Arfid?

En específico, consigna la revista, el Arfid se caracteriza principalmente por una extrema evitación o incapacidad para consumir algunos alimentos, por el miedo a atragantarse o falta de apetito.

Muchas veces se confunde con la “alimentación selectiva”, señaló a Health la dra. Sophie Mort, psicóloga clínica y experta en salud mental del Reino Unido de Headspace, quien agregó que muchas veces se diagnostica erróneamente o simplemente no se hace por la particularidad de sus síntomas, sumado a que no se centra en la imagen corporal o peso.

“Una de las mayores ideas falsas sobre el TDAH es que se trata sólo de una fase o de una cuestión de manía al comer, especialmente en los niños. La ARFID es un trastorno alimentario grave similar a la anorexia nerviosa que puede provocar graves problemas de salud si no se trata adecuadamente”, enfatizó Mort.

Relación entre Arfid y el autismo

El Arfid se reconoció formalmente en 2013 en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.

Womens Health agrega que las personas con este tipo de trastornos comen una gama limitada de alimentos y que las personas con autismo puede experimentar aversión a cierto tipo de alimentos, texturas y sabores.

Pese a que se da más en niños y adolescentes, sin el tratamiento correspondiente se puede prolongar a la edad adulta, al estar asociado a trastornos psicológicos, como TOC y ansiedad.

El Arfid también puede llevar a sufrir bajas considerables de peso, no por un tema de controlar los kilos o tener una figura esbelta, sino por la sensación de falta de seguridad al momento de ingerir ciertos alimentos, la textura o incluso temperatura, lo que se asocia principalmente a sensibilidades sensoriales.

Incluso, agrega la revista, puede llevar a la desnutrición y problemas de desarrollo en niños, además de la pérdida de cabello, fatiga y sequedad de uñas y cabello, mientras que mentalmente puede causar ansiedad y angustia, indicó Sophie Mort.

“No existe una causa única de la ARFID. Algunas de las muchas razones son las sensibilidades sensoriales, las diferencias de apetito y las afecciones comórbidas como el autismo, la ansiedad y el TOC. El entorno y las experiencias traumáticas con la comida también pueden estar relacionados con el TDAH”, añadió.

Tratamiento del Arfid

Entre los tratamientos recomendados por especialistas, está la terapia cognitivo-conductual y la exposición graduada, centradas principalmente en aumentar la variedad de alimentos que se consumen y disminuir la ansiedad asocial por alimentación.

También la principal recomendación, sobre todo para quienes conviven con personas con Arfid, es no presionarlas para que coman determinados alimentos ni criticar sus hábitos. Lo que se puede hacer, es ofrecer apoyo emocional y motivarlos a buscar ayuda profesional en el caso de que aún no la tenga.