¿Te has preguntado cómo son las actitudes de una persona infeliz? Si bien todos experimentan pensamientos negativos de vez en cuando, el cómo manejamos nuestras actitudes ante cosas negativas puede hacer una gran diferencia entre la confianza y el miedo; la esperanza versus la desesperación; el dominio versus la victimización y la victoria versus la derrota.

Según una columna publicada en la revista especializada Psychology Today, diversos estudios han revelado cómo las actitudes negativas pueden perjudicar la salud, la felicidad y el bienestar. El autor de esta publicación, Preston Ni, clasifica ocho pensamientos negativos presentados en personas infelices, en base a su libro “Cómo dejar ir los pensamientos negativos y las emociones”.

1. Discurso autodestructivo

Este se define como mensajes que nos enviamos a nosotros mismos, los cuales reducen nuestra confianza y disminuyen nuestro rendimiento. Además, minimizan nuestro potencial, saboteando nuestro éxito.

Para el profesor de la comunicación, el discurso autodestructivo incluye frases como: “No puedo; “no soy lo suficientemente bueno”; “no me siento seguro”; “no tengo lo que se necesita”; “voy a fallar”.

Participar en un discurso habitual de autodestrucción es como tener un amigo falso que te hace sentir mal todo el día. Te conviertes en tu peor enemigo y detractor.

2. Supuestos negativos

Una de las formas de pensar negativamente es hacer un balance de una situación o una interacción, asumiendo cosas negativas. Para muchas personas, esta actitud de “mirar el vaso medio vacío” es algo automático; uno podría mirar un día lluvioso o pagar cuentas como experiencias negativas en “piloto automático”.

Para Preston Ni, no hay nada totalmente positivo o negativo sobre cosas cotidianas como el tráfico, el clima o el pago de cuentas. La forma en la que eliges relacionarte con tu entorno es lo que hace que ciertas situaciones sean positivas o negativas.

Esta elección puede hacerte instantáneamente más fuerte o más débil, más feliz o más triste. Dadas estas situaciones, uno podría ver un como una oportunidad para escuchar música relajante o practicar la respiración consciente; un día lluvioso como una ocasión para acostarse en casa con un chocolate caliente y un buen libro; o pagar facturas como una oportunidad para practicar la estrategia de acumulación de riqueza basada en “pagar primero”. Todo está en cómo eliges relacionarte con el momento.

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3. Comparación negativa con otros

Una de las formas más fáciles y comunes de sentirse mal con uno mismo, es compararse negativamente con los demás. Podemos estar expuestos a compararnos con aquellos que tienen más logros, parecen más atractivos, ganas más dinero o presumen su vida a través de redes sociales.

Cuando se trata de tener lo que la otra persona tiene y sientes celos de ello, el sentimiento de inferioridad aumenta, teniendo un momento de comparación social negativo. La investigación indica que las comparaciones sociales negativas habituales pueden hacer que una persona experimente mayor estrés, ansiedad, depresión y tome decisiones autodestructivas

4. Volver negativamente al pasado

Preston Ni detalla que debemos aprender del pasado, pero no estar atrapados en él. A veces, las circunstancias de la vida y los contratiempos personales pueden perseguirnos e impedir ver nuestro verdadero potencial. No podemos cambiar lo que ya ha sucedida, pero podemos dar forma e influir en lo que está por ocurrir.

Para reconocer nuevas oportunidades, a veces el primer paso es romper con el pasado y declarar que eres tú y no tu historia quien está a cargo.

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5. Desempoderamiento de las creencias sobre las personas difíciles

Durante nuestra vida nos encontramos con personas difíciles e individuos desafiantes, que es tentador creer que ellos son los perpetradores y nosotros somos las víctimas. Tales actitudes, incluso si están justificadas, son reactivas y generan un desgaste y debilitamiento psicológico y emocional.

La clave para cambiar las creencias desempoderadas sobre las personas difíciles, es pasar de ser reactivo a proactivo. Ya sea que estés tratando con un narcisista, alguien pasivo-agresivo y tal vez una persona manipuladores, existen muchas habilidades y estrategias que puedes utilizar para mantenerte por encima de la situación.

6. El deseo de culpar

La culpa se puede definir como una actitud que responsabiliza a otros por nuestras desgracias. Algunas personas mencionan a sus padres disfuncionales, relaciones negativas o desventajas socioeconómicas como causas de infelicidad y falta de éxito en la vida.

Si bien es cierto que la vida presenta muchas dificultades, culpar a los demás como la razón de la infelicidad es ponerse en el papel de víctima. A menudo, aquellos que son identificados personas que no les importas cómo te sientes realmente. Sólo te lastimas al ser un prisionero de tu propia amargura y resentimiento.

Tus sentimientos pueden estar justificados, pero no serán un aporte para tu felicidad, éxito o un saludable estado de vida, ¿no es eso lo que realmente quieres?

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7. Perdonarse a sí mismo

Cuando miras los errores del pasado, puede que te encuentres con decisiones y acciones de las cuales te arrepientes o lamentas. Errores desafortunados que te generaron un daño o hayan influido en otras personas.

Por eso, al recodar el pasado, puede existir una sensación de culparse a sí mismo por los errores cometidos o las oportunidades perdidas. Podrías percibirte como una persona “mala” y sólo culparte. Durante estos momentos, es extremadamente importante ser compasivo consigo mismo, sabiendo que ahora eres más consciente, tienes la oportunidad de no repetir las acciones del pasado y marcar una diferencia positiva para tu vida y de quien te rodea.

8. Miedo al fracaso y a cometer errores

Según Preston Ni, a menudo estas sensaciones se asocian con el perfeccionismo (al menos en ciertas áreas de tu vida). Puedes pensar que no eres lo suficientemente bueno en algunos aspectos, ejerciendo así una tremenda presión sobre ti mismo para tener éxito.

Mientras que al establecer estándares altos puede servir como una herramienta de motivación, esperar la perfección puede robarte la alegría de la vida, limitando tu potencial. Algunos estudios han demostrado la correlación entre el perfeccionismo y la infelicidad, y por más que lo intentemos, el ser humano no es perfecto.

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Por su parte, la escritora Helen Russel, en su libro “Atlas de la Felicidad”, cuenta queaunque nuestros sueños se hagan realidad, parece que no conseguimos ser felices. “”La tristeza es algo normal y todos la sentimos, sin embargo a veces puede ser muy difícil conseguir salir (o sacar a nuestros seres queridos) de esos pozos oscuros”.

La autora, en su libro explica que rendirse no es la solución. El optimismo no es frívolo, y todos podemos aprender a estar contentos siendo antes un poco desgraciados, por lo que a veces, pasar por episodios de infelicidad, puede ayudarnos a encontrar la luz que nos falta, para alcanzar nuestros objetivos.