La encuesta además reveló que la principal motivación de estas personas para realizar deporte es la socialización y la superación personal, sin embargo, existen pocos lugares donde puedan realizarlos de acuerdo a sus necesidades.

Una encuesta realizada entre enero y marzo de este año reveló que una de cada cuatro personas con alguna discapacidad intelectual no hace ejercicio ni practica algún deporte debido a que no tienen con quien hacerlo.

En la consulta participaron 127 personas con algún tipo de discapacidad intelectual (DI) o cognitiva, como síndrome de Down, trastorno del espectro autista, entre otros tipos de condición similares.

La encuesta fue aplicada en 44 comunas y en ocho regiones del país, entre ellas la Metropolitana, la del Bío Bío, Valparaíso, entre otras.

Resultados de la encuesta

La encuesta consultó sobre diversas dimensiones de la práctica de deporte y ejercicio en personas con discapacidad intelectual, entre ellas resalta la estadística de que 1 de cada 4 personas no realiza actividad física porque no tiene con quien hacerlo.

A ella se suman las dificultades que representan las barreras de accesibilidad para practicar deportes.

Mientras que la razón que más motiva a las personas con DI a hacer deporte es para fortalecer su salud, el segundo motivo, la diversión y tercero, la superación personal.

La cuarta razón, de acuerdo al psicólogo Social del Deporte y Director Ejecutivo de las Olimpiadas Especiales Chile, Javier Piñeiro, tiene que ver con “la competencia, con el deseo de competir y de demostrar, a sí mismos y a otros, lo que son capaces de realizar en la cancha, en la pista, en el campo de juego, etc”.

La socialización como motivación para hacer ejercicio

Consultados por los tipos de deporte preferidos, Piñeiro detalló que es el fútbol, aunque, en general, “se inclinan por deportes normados, donde hay más compañeros o compañeras”.

Esto último ya que son vistos como herramientas de desarrollo social: “Son espacios donde también hay mayores niveles de socialización”.

Sobre esto, el psicólogo explica que: “Mientras esta población está buscando incluirse en sociedad a través de espacios deportivos, algo que se ha hecho cuesta arriba luego de la pandemia, el resto de la población, quienes no tienen discapacidad intelectual, tienden a buscar la práctica de actividad física en espacios no deportivos y espacios individuales, donde puedan estar consigo mismos, como una forma de escape”.

Respecto a las principales dificultades para practicar deportes, Piñeiro explicó que los principales obstáculos pertenecen a “la falta de información clara, de espacios adecuados, condición física, pero por sobre todo dos obstáculos muy reveladores de su realidad y de la sociedad en general: la falta de deportes inclusivos y la falta de personas con quien practicarlos“.