Dicen que la leche materna es un verdadero “oro líquido”, el mejor alimento con el que podemos nutrir a los bebés que están en período de lactancia. Y, sin duda, así lo afirman organizaciones internacionales, las cuales avalan la importancia de esta fuente de nutrición y contención maternal.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la lactancia materna “es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables. Prácticamente todas las mujeres pueden amamantar, siempre que dispongan de buena información y del apoyo de su familia y del sistema de atención de salud”.

Sumado a ello, la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, la introducción de alimentos apropiados para la edad y seguros a partir de entonces, y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más.

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¿Cómo nos beneficia la lactancia materna?

De acuerdo a la Organización, la leche materna también es una fuente importante de energía y nutrientes para los niños de 6 a 23 meses. “Puede aportar más de la mitad de las necesidades energéticas del niño entre los 6 y los 12 meses, y un tercio entre los 12 y los 24 meses. La lecha materna también es una fuente esencial de energía y nutrientes durante las enfermedades, y reduce la mortalidad de los niños malnutridos“.

A ello, la Organización añade que los niños y adolescentes que fueron amamantados tienen menos probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad.

Pero no sólo los bebés y niños obtienen beneficios de esta práctica. Así lo afirmó Fabiola Vásquez Sandoval, enfermera diplomada en urgencias pediátricas, consejera de lactancia materna y asesora de porteo ergonómico en formación, quien en conversación con BioBioChile señaló que “las madres que amamantan reducen considerablemente el riesgo de padecer cáncer de mamas, de ovarios y de depresión postparto. Amamantar permite recuperar con más facilidad el peso anterior a la gestación y estrecha el vínculo afectivo entre la madre y el niño”.

“Los niños alimentados con leche de su madre reciben el mejor alimento que pudiese existir. La leche materna es la combinación perfecta de agua, proteínas, grasas, carbohidratos y nutrientes que ninguna fórmula láctea puede igualar, está siempre lista y a la temperatura perfecta; y lo que parece magia es que la leche materna se adapta a los requerimientos nutricionales del bebé a medida que este crece“, agregó la experta.

El efecto inmunitario de la leche materna

De acuerdo a la OMS, la lactancia materna permite proteger a los bebés frente a las infecciones -como las gastrointestinales- y también ayuda a reducir la mortalidad neonatal.

Una información que fue respaldada por Claire McCarthy, pediatra primaria en el Hospital Infantil de Boston (EE.UU.), profesora auxiliar pediátrica en la Universidad de Medicina de Harvard y portavoz oficial de la Academia Americana de Pediatría, quien agrega que “Más allá de los beneficios nutricionales, aquí otra gran ventaja: la leche materna ayuda a construir y fortalecer el sistema inmunitario de su bebé”.

La leche materna contiene anticuerpos que pueden combatir las infecciones. Esos anticuerpos están presentes en altas cantidades en el calostro, la primera leche que secreta el seno después del parto. Sin embargo, hay anticuerpos en la leche materna que están presentes en la madre todo el tiempo que la madre amamanta a su bebé“, indicó la especialista.

A ello, Fabiola Vásquez, quien además lidera la comunidad enfocada en lactancia Bien Lactado en Instagram (@bienlactado; 16 mil seguidores), agregó que “la leche materna es un fluido vivo y cambiante. Vivo porque tiene células vivas que forman parte de la microbiota natural de la leche, las que son beneficiosas para la salud del bebé, y cambiante porque los componentes nutricionales e inmunológicos de la leche materna cambian todos los días, incluso en el mismo día y en la misma toma de acuerdo a las necesidades específicas e individuales del niño que mama“.

“La glándula mamaria es tan maravillosa que descubre las necesidades del niño y trabaja a gusto del consumidor, es decir: si el niño tiene sed, la leche succionada será más alta en agua que lo habitual, si el niño tiene hambre, tendrá una mayor composición proteica y de grasas, si el niño está enfermo, la leche se adaptará y aumentará la concentración de inmunoglobulinas que lo defiendan… ¡realmente es magia!“, añadió Vásquez Sandoval.

El caso de una madre lactante infectada con Covid-19

En el contexto de pandemia mundial que vivimos actualmente, hace unas semanas se conoció el caso de una madre en período de lactancia que se contagió de coronavirus, y cuyo caso se hizo viral en redes sociales.

Una seguidora de la página de Facebook de Milky Mama, empresa estadounidense dedicada a potenciar la lactancia materna mediante productos especiales, publicó una llamativa imagen en la que muestra dos bolsas de su leche materna extraída en diferentes momentos: la primera, en un estado normal; y la segunda, contagiada de coronavirus.

La leche materna con y sin Covid | Anna Cortez en Facebook de Milky Mama

“Mi bebé se enfermó unos 2 días antes que yo. Decidimos no hacerle la prueba y simplemente tratarla como si tuviera Covid (según la recomendación de su pediatra y bajo su cuidado), ya que yo di positivo. Me extraje leche materna y solo me saqué leche de vez en cuando para tener una reserva, pero cuando me enfermé, mi bebé no estaba obteniendo lo suficiente, así que tuve que extraer más leche para aumentar mi suministro. Aproximadamente 4 días después de dar positivo, noté la leche verdosa / amarilla. Se oscureció mucho después de congelarse. Desde entonces, mi leche todavía tiene un tinte verde (alrededor de una semana y media) pero no tan oscuro como el de la foto“, explicó la madre, Anna Priscilla Cortez, al difundir la imagen.

Tras ello, múltiples mamás compartieron sus propias historias, afirmando que a ellas también les había cambiado el color de su leche mientras tuvieron coronavirus e incluso después de vacunarse contra la enfermedad.

“La leche de la derecha tiene anticuerpos extra (por eso se ve más dorada que la otra). Nuestros cuerpos son increíbles. Mi bebé estuvo muy protegido con mi leche -durante la enfermedad-. No puedo creer cómo se nota la diferencia”, comentó una de las usuarias que publicó la siguiente imagen.

Milky Mama | Facebook

“¡La mía también lucía distinta! Mi bebita de tres meses y yo tuvimos covid… el cuerpo de la mujer es realmente impresionante”; “¡Realmente de otro planeta! Nuestros cuerpos son asombrosos. Nosotras dimos positivo y le di lactancia materna durante todo el período, realmente increíble” y “¡A mi leche le pasó lo mismo! Tenía un color verde-neón y brillante”, fueron otros de los comentarios.

Milky Mama | Facebook

¿Por qué se produce el cambio en la coloración de la leche?

“En cuanto al cambio de coloración en la leche materna, debo decir que es una maravillosa realidad. Las altas concentraciones de inmunoglobulinas hacen que la leche adquiera una coloración amarilla mucho más intensa, similar a la del calostro en la etapa inicial de la lactancia producto de su alto contenido de betacarotenos”, indicó la enfermera Vásquez.

A ello, agregó que “Cuando el niño está sano y es la madre quien sufre la enfermedad, la leche se adapta de igual forma, y traspasa las defensas de la madre al cuerpo del niño, potenciando su sistema inmunológico y disminuyendo las probabilidades de que el menor desarrolle clínicamente la enfermedad”.

“Este fenómeno es más visible en una madre que realiza extracciones rutinarias y que almacena su leche, ya que puede comparar extracciones de distintas fechas. En cambio, la madre que amamanta directo del pecho es probable que no se percate del cambio de color, lo que no quiere decir que no suceda… ¡realmente es magia!”, expresó.

Pero, ¿cómo es que la leche “nota” que debe producir estos anticuerpos para proteger al lactante?… Vásquez comentó que “Este fenómeno maravilloso guarda su secreto en la saliva del bebé. Cuando un bebé succiona la mama se crea un vacío ente la boca y el pecho. Dentro de ese vacío, la saliva del bebé se aspira de nuevo por el pezón de la madre, donde los receptores de la glándula mamaria leen sus señales“.

“Es una especie de retrolavado que obtiene información sobre el estado inmunológico del niño y que permite que la glándula mamaria ajuste la composición de la leche según lo que el bebé necesita”, agregó.

Vacuna contra el coronavirus y lactancia materna

A principios de febrero el ministro de Salud, Enrique Paris, informó que el equipo de expertos de la pandemia determinó que en el caso de mujeres nodrizas era seguro y eficaz vacunarse contra el coronavirus.

“Respecto a las mujeres embarazadas y lactantes, hay que recordar que la vacuna en su aprobación no regía para ellas. Sin embargo, yo consulté con el departamento de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Minsal y a algunos expertos, y en las mujeres lactantes no hay ningún problema para vacunar“, aseguró el secretario de Estado.

Pese a que de momento las mujeres lactantes no están agendadas en el calendario de vacunación propuesto por el Ministerio de Salud, ésta es una situación que se analizaría en los próximos días.

“Ellas no están en esta primera etapa de inoculación. Vamos a avanzar sobre ese tema, personalmente y el grupos de expertos en pandemia han dado su opinión positiva sobre esta materia”, señaló Paris.

Sobre las mujeres en etapa de gestación, desde el Minsal declararon que se va a “estudiar sistemática de la literatura de otros países, pero por el momento no se pueden vacunar”. Pese ello, indicaron que los componentes de la vacuna Sinovac serían similares a la vacuna de la influenza, la cual sí se puede aplicar en mujeres embarazadas.

Por su parte, la página especializada e-lactancia.org indica que las nuevas evidencias científicas han permitido actualizar el nivel de riesgo asociado a la vacunación de “Bajo” a “Muy bajo”.

Tomando en cuenta que la vacuna es compatible con la lactancia, y que contraer la enfermedad no es impedimento para amamantar a un bebé, el llamado es a mantener esta práctica considerando los grandes beneficios que tiene.

“Es de vital importancia que la sociedad acoja la práctica de la lactancia con más fuerza, con más respeto, con más amor, que se comprenda su ejercicio como un acto natural y como parte de la supervivencia y del desarrollo de nuestra especie humana. Dar pecho no es el sacrificio que la mujer hace por el bien de sus hijos, sino que es parte de su vida misma, de su ciclo sexual y reproductivo, es un derecho de ambos, que nadie les puede negar y que el entorno tiene la obligación de proteger”, concluyó Vásquez Sandoval.