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El Presupuesto 2026 para la Ciencia: nuevamente el vagón de cola

Por Tu Voz

23 octubre 2025 | 12:25

Esto significa un verdadero retroceso en un país que tiene más personas entrenadas con nivel de doctorado que nunca en su historia, y no les puede ofrecer oportunidades para aportar al desarrollo en las diferentes esferas de la vida nacional.

Las expectativas que el mundo científico tenía sobre el Ministerio de Ciencias, como una voz para realzar la importancia de la ciencia en el desarrollo nacional y regional, nuevamente nos deja un sabor amargo.

La ley de presupuesto 2026 propone un aumento de un 0,01% en la glosa para ciencia: un incremento marginal que reitera una tendencia histórica. En definitiva, Chile sigue invirtiendo muy poco en su desarrollo científico y tecnológico.

La pregunta es inevitable: ¿tiene esto relación con nuestros niveles de desarrollo? Los datos muestran que, en general, cuando nos comparamos con nuestras contrapartes de la OCDE, las economías más potentes del planeta, resulta que México, Chile y Costa Rica presentan los datos de inversión más bajos, y también niveles de desarrollo menores que sus contrapartes de otras regiones del planeta.

Llevamos décadas atrapados en la llamada “trampa de los países de desarrollo medio”, incapaces de salir de la categoría de países con economías en transición. En la economía doméstica cuando algo es relevante, hacemos todos los esfuerzos para dejar los recursos que permitan que lo relevante tenga oportunidades, por ejemplo, la educación de nuestros hijos.

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Si preguntamos a los políticos de todos los sectores, la respuesta será unánime: la ciencia es importante. Incluso el Congreso organiza anualmente el Congreso Futuro, que ilustra el relevante rol de la ciencia en el desarrollo de los diferentes aspectos de nuestra vida: salud, ecosistemas, tecnología etc.

Pero a la hora de dedicar recursos a esta actividad, los incrementos son marginales. Esto significa un verdadero retroceso en un país que tiene más personas entrenadas con nivel de doctorado que nunca en su historia, y no les puede ofrecer oportunidades para aportar al desarrollo en las diferentes esferas de la vida nacional.

Se encuentra en plena discusión el cambio en el modelo de financiamiento de la Educación Superior, que pretende potenciar las oportunidades de acceso a la Universidad a miles de jóvenes, cuyas expectativas están puestas en el desarrollo profesional.

El incremento de la matrícula universitaria entre 2020 y 2024 alcanzó un 10,9%, destinando un 2,4% del PIB, mientras que los recursos para fortalecer el desarrollo científico, la innovación y la transferencia tecnológica, parecen ir en retroceso, y solo representan el 0,43% del PIB.

Esta inconsistencia en las políticas de estado crea expectativas que no se harán realidad para esos jóvenes y para la población general, que espera que el desarrollo científico mejore su calidad de vida, su salud y bienestar.

La ciencia sigue en el vagón de cola del presupuesto nacional, y hasta ahora, ningún candidato presidencial ha levantado la voz por ella.

Dr. Jorge Fuentealba
Decano Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad de Concepción.

Dr. Ricardo O. Barra
Director Centro de Ciencias Ambientales EULA, Universidad de Concepción.