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Educación financiera: la deuda pendiente con los emprendedores chilenos

Por Tu Voz

16 septiembre 2025 | 11:16

La informalidad en los registros contables, la dependencia de fuentes poco confiables de información y la dificultad de acceso a financiamiento formal revelan una brecha que debemos enfrentar con una mirada integral.

Actualmente, las Pymes y MiPymes representan cerca del 70% del total de empresas a nivel nacional, según datos del Servicio de Impuestos Internos (SII), consolidándose como un motor relevante en la generación de empleo y dinamismo económico. Sin embargo, esta posición dentro de la sociedad contrasta con un problema estructural que no se aborda con la urgencia que se requiere: la falta de educación financiera.

Un reciente estudio de la Universidad Gabriela Mistral (UGM), en conjunto con la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento (Superir), reveló que el 74% de los emprendedores en Chile declara no haber recibido nunca capacitación en esta materia.

La informalidad en los registros contables, la dependencia de fuentes poco confiables de información y la dificultad de acceso a financiamiento formal revelan una brecha que debemos enfrentar con una mirada integral.

En ese contexto, cabe preguntarse de qué manera estamos enfrentando este problema como sociedad y cómo podemos aportar a una solución. La tarea no está sólo en la acción de los emprendedores, sino que requiere de la capacidad de articular esfuerzos con diversos actores, incluyendo la academia, empresas, el sector público, y organizaciones de la sociedad civil.

La iniciativa Mi Barrio Financiero, impulsada por la Asociación de Bancos y la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, diseñó el programa “Manos a la Obra”, un curso online y gratuito dirigido a emprendedores, entregando herramientas prácticas sobre flujo de caja, endeudamiento responsable, criterios de inversión, ahorro, aspectos contables y tributarios.

A la fecha, hemos logrado capacitar a más de 36 mil personas en los últimos dos años, una cifra que, si bien es muy positiva, requiere de la participación de otros actores e instituciones que se sumen a este desafío.

Esta iniciativa ya tiene avances concretos: datos preliminares recogidos junto a Sercotec, muestran que los emprendedores que realizan el curso mejoran en un 8% su probabilidad de acceder a un crédito, lo que representa una diferencia de 4 puntos porcentuales respecto de quienes no participan.

Aunque se requiere seguir explorando datos para profundizar en los impactos de la capacitación, es claro que la educación financiera no solo fortalece capacidades, sino que abre oportunidades reales de crecimiento y sostenibilidad.

Si queremos un ecosistema emprendedor más robusto, competitivo e inclusivo, necesitamos generar las condiciones necesarias para acortar las brechas de educación financiera en este segmento, convocando a más actores a sumarse en este esfuerzo. Estoy convencido de que este es el camino.

José Joaquín Fernández
Académico y Secretario Técnico de Mi Barrio Financiero