Es triste y preocupante ver cómo la sociedad está dejando de lado el potencial y la creatividad de individuos como yo, simplemente debido a prejuicios y estereotipos infundados.

Señor director:

Me dirijo a usted con una profunda reflexión y pesar sobre mi situación actual en la sociedad.
A mis 23 años, he enfrentado una serie de desafíos y dificultades que han moldeado mi experiencia y perspectiva de la vida.

Desde una edad temprana, me encontré lidiando con el diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista (TEA), una condición que ha marcado mi camino desde los tres años de edad. La infancia estuvo plagada de exclusión y rechazo social, lo que dejó cicatrices profundas en mi desarrollo emocional y social.

A pesar de estos obstáculos, he persistido y he buscado oportunidades para crecer y contribuir a la sociedad de manera significativa. Mi incursión en el mundo laboral comenzó a los 18 años, donde me sumergí en trabajos informales, principalmente en el campo de la tecnología, como soporte técnico y desarrollo web.

A pesar de mi titulación como Técnico en Computación e Informática, enfrenté dificultades adicionales debido a la falta de apoyo y redes de contactos que muchos de mis compañeros disfrutaron.

La falta de conexiones sociales y el estigma asociado con mi condición han sido barreras significativas en mi búsqueda de empleo y realización personal. Recientemente, mi salud mental ha sufrido un deterioro considerable, manifestándose en un aislamiento social extremo y descuido personal.

Las entrevistas laborales han sido una experiencia desafiante. Con más de diez rechazos debido a mi condición de discapacidad psíquica. Las excusas dadas por los empleadores solo resaltan la discriminación y la falta de comprensión hacia las personas con discapacidades.

Mi último intento de contribuir a la comunidad universitaria, a través de un proyecto personal de desarrollo de software, fue recibido con indiferencia y desprecio. A pesar de presentar una propuesta innovadora y de alta calidad, fui excluido y mis esfuerzos fueron subestimados.

Esta experiencia ha sido la gota que colmó el vaso, llevándome a cuestionar mi pasión y dedicación a una carrera que alguna vez amé profundamente.

La situación del desempleo en nuestro país es desalentadora, obligando a muchas personas a sacrificar sus pasiones y aspiraciones por la simple supervivencia. Es triste y preocupante ver cómo la sociedad está dejando de lado el potencial y la creatividad de individuos como yo, simplemente debido a prejuicios y estereotipos infundados.

En conclusión, mi historia refleja las dificultades y desafíos que enfrentan las personas con discapacidades en nuestra sociedad.

Espero que mi testimonio pueda generar conciencia sobre la importancia de la inclusión y la igualdad de oportunidades para todos los miembros de la comunidad, independientemente de sus diferencias. Es muy triste.

Javier Navarro Gavilán
Técnico en computación e informática
Coronel

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