Después de 11 años de tramitación en el Congreso y con fecha 06 de abril de 2022, se publicó en el Diario Oficial entrando en vigencia la Ley N° 21.435 que reforma el Código de Aguas. Junto con su entrada en vigor, también comenzaron a correr plazos perentorios, entre ellos, el plazo de 12 meses establecido para que los usuarios con derechos de aprovechamiento de aguas subterráneas, en territorios declarados como zonas de prohibición o áreas de restricción en materia de aguas subterráneas y que constituyen Sectores Hidrogeológicos de Aprovechamiento Común (SHAC), se organicen y constituyan como Comunidades de Aguas Subterráneas (CASUB).

Además, el texto establece dentro de la regulación de las aguas subterráneas, que los titulares de Derechos de Aprovechamiento de Aguas (DAA) que no participen en este proceso, no podrán obtener autorización de cambios de punto de captación de sus DAA, dado que la Dirección General de Aguas (DGA) exigirá de las Casub operativas las cartas de autorización para cualquier tramitación relacionada con esos derechos.

En definitiva, como en la realidad estas Organizaciones de Usuarios de Aguas Subterráneas (OUAS) no existen en la mayoría de los acuíferos del país, todos los trámites de cualquier usuario que necesite realizar acciones legales sobre sus derechos de aguas subterráneas- transferir los derechos de sus pozos, trasladar sus puntos de captación, desarrollar proyectos, etc.- se encuentran administrativamente congelados desde el pasado 6 de abril de 2023, puesto que no es posible contar con la autorización de la Casub requerida por la DGA, la que es imperativa para que este organismo pueda emitir una resolución.

Frente a este escenario, cabe mencionar que, a la fecha, no se ha constituido ninguna CASUB en la Región Metropolitana (habiendo en esta 31 SHAC). Sólo Ligua Petorca; Copiapó e incipientemente Arica cuentan con algunas ya registradas. La principal dificultad para cumplir con esta normativa radica en que casi todos los usuarios de los SHAC son independientes o individuales, lo que dificulta su capacidad de agruparse y organizarse entre sí.

Dado lo anterior, una forma de fortalecer la capacidad de constitución y el inicio de gestión de las CASUB es a través de las Asociaciones de Canalistas y/o Juntas de Vigilancia, organizaciones de usuarios en funcionamiento donde muchos de sus afiliados también son usuarios y tenedores de títulos de aguas subterráneas, lo que los convierte en un buen punto de partida. Así, luego de constituida la nueva OUA (Casub), los demás usuarios individuales podrían integrarse pagando la cuota correspondiente de su formación y continuar participando activamente.

Si consideramos que en Chile existen actualmente 101 Cuencas Principales definidas por la DGA, y en ellas un total de 368 Sectores Hidrogeológicos de Aprovechamiento Común (SHAC), de los cuales 101 están declarados Zona de Prohibición y 98 como Áreas de Restricción, es inminente que las Casub de aquellas cuencas o acuíferos se organicen y formalicen sus directivas, para que las limitaciones de sus derechos se mantengan por el menor tiempo posible, ya que la experiencia indica que solo la tramitación de este proceso ante el ente fiscalizador puede durar más de 12 meses.

Hoy, promover la movilización y ayudar en el financiamiento de las Asociaciones de Canalistas y/o Juntas de Vigilancia, ya sea a partir de sus dirigentes, autoridades locales u otros tenedores de derechos, para liderar la constitución de las CASUB es fundamental. Tanto por la inmovilización administrativa de los derechos, como por el aumento en las dificultades que esto también significa para que se instalen y mantengan los sistemas de medición de caudales y volúmenes extraídos, exigencia de la resolución N° 1238 de la Dirección General de Aguas (DGA) desde junio de 2019, la cual señala a las CASUB como responsables de reportar la información que se recabe de los usuarios, con el objetivo de regular la extracción y niveles de acuíferos, los caudales de ríos y reservas subterráneas, en pro de la sostenibilidad hídrica que tanto requiere nuestro país.

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