El incremento del costo vida es una preocupación en el país y afecta al mercado inmobiliario y la construcción, la decisión del Banco Central en mantener la TPM en 11.25, implica que están dando tiempo para que baje la inflación, pero los créditos hipotecarios siguen en su peor momento por el aumento de la UF, las tasas y préstamos a menores plazos ya casi desaparecen. Acá hablamos de expectativas, la economía empieza a detenerse en el tiempo.

Si esperamos que lo que se esté haciendo en términos económicos vayan en la dirección correcta, es aún más interesante analizar lo que sucederá cuando tengamos la inflación controlada, bajen las tasas, se reactiven los créditos hipotecarios y por consecuencia que la gente salga a comprar propiedades que no existan.

Un estudio publicado detectó la quiebra de 244 empresas del sector durante los últimos tres semestres, con un aumento del 100% en un año. Somos testigos de una crisis en la construcción producida por el sobreendeudamiento directo de las empresas por créditos bancarios convencionales, dejando a cientos de obras a medio vivir.

Hoy, la no construcción implica una baja en la oferta, pero ¿qué pasará cuando las personas quieran comprar y no existan proyectos?, habrá un alza de precios en las propiedades y veo poca relevancia y baja urgencia en resolver esta problemática. Ahora es el minuto de poner esto sobre la mesa, de lo contrario solo veremos un mercado desequilibrado, precios inalcanzables y una solución que demorará en llegar, tomando en cuenta que un edificio no se construye en 1 mes.

Por Loreto Pineda, cofundadora de inmobiliaria La Casa de Juana

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