Celebro que los jóvenes estén asumiendo la responsabilidad de conducir el país. Se notaba la ausencia de gente entre 30 y 50 ya que lamentablemente muchos partidos privilegiaron los intereses personales de sus antiguos camaradas y no provocaron el cambio y la renovación, asunto absolutamente necesario para sobrevivir.

Pero (siempre hay uno), algunas de estas autoridades asumen con la fuerza de la juventud, pero gestionan con reglas antiguas. Lo que uno espera es que gran parte de la crítica hacia las malas prácticas del pasado, se convierta en una nueva forma de hacer política, sobre todo con transparencia. Pero en muchos casos esto no es así. Aquí algunos.

El alcalde Vodanovic de Maipú, treintañero miembro de Revolución Democrática, antes de asumir avisó que le entregaban un municipio quebrado y con 34.000 millones de déficit. Pronto subió la apuesta a 43.000 millones y hace poco informó de una querella por algo más de 21.000 millones. Obviamente todas estas cifras llaman la atención ya que en cualquier organización generaría un caos, con proveedores y funcionarios en una larga fila esperando cobrar.

Revisados los datos, y usando la metodología que tiene la Contraloría para determinar los déficits en diferentes niveles (devengado, efectivo y sus respectivas mezclas), no se encontró nada similar a lo indicado por Vodanovic. Solo me quedaría pensar que gran parte de la información contable, que dejó la anterior administración, es falsa, algo bastante más grave que el propio déficit.

Usando la ley 20285, de la transparencia, pedí el cálculo realizado para determinar esos millonarios déficits. Primero me pidieron subsanar la petición y aclarar a qué periodo me refería, olvidando que era el propio alcalde quién informó el dato y debía conocer el periodo específico. Después no se entregó nada y el Consejo de la Transparencia, en amparo rol C8496-21 (en ausencia de descargo y observaciones desde el municipio), ordenó que deben entregar la información que además consta en distintas notas de prensa. Quizás recurran a la Corte de Apelaciones. Por lo pronto hay dos nuevos amparos a la espera del fallo por nuevas negativas a entregar información.

Hace unos días avisó, nuevamente con bombos y platillos, que, luego de 6 meses de gestión, había reducido el déficit en 15.600 millones, lo que incluía información de cada cuenta. ¡Lo hicimos así!- dijo el alcalde- tanto por aquí y otro poco por acá ; requerido el municipio a entregar los datos exactos, los convenios con los acreedores, y los detalles de tan importante asunto, informan: “existen circunstancias que hacen difícil reunir la información solicitada, toda vez que dicha solicitud requiere la revisión de una serie de archivos y registros tanto físicos como electrónicos, habiendo poco personas” y necesitan más tiempo (res 321-2022) ¡Se les perdieron los papeles(…)¡

Sharp en algunos aspectos ha realizado una muy buena tarea, pero finalmente la máquina pasó por encima y de acuerdo con los registros de la Superintendencia de Pensiones dejó de pagar la previsión de parte de los funcionarios, dejando un daño patrimonial al municipio. Hubo que recurrir al Consejo para la Transparencia (Fallo C6130-21) para obligar a la Corporación Municipal a entregar los datos.

La Corporación Cultural de las Condes responde que ellos no tienen nada que entregar debido a que la ley 20285 no los rige. Misma respuesta que ha tenido la Fundación Imagen de Chile con las peticiones de las actas del directorio o los documentos asociados a la COP25. Y ellos administran la imagen del país.

Viña del Mar ha entregado todo lo solicitado. Recoleta a esta fecha aún no logra recolectar los balances del 2021 y la caja inicial del 2022.

Bueno. No es un problema de edad todo esto.

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