En un reciente incendio en el sur del país, mientras el fuego avanzaba vertiginosamente por el inmueble, se escuchaban los gritos a viva voz preguntando si había personas al interior.

Vecinos confirmaron la presencia de un adulto mayor, ante lo cual las personas rompieron los vidrios utilizando elementos que había en el lugar, para acto seguido, ingresar al inmueble envuelto en llamas, logrando encontrar y rescatar al adulto mayor con vida.

Sin lugar a dudas un acto loable, pero también de mucho riesgo; pues este tipo de acciones si bien son destacables requieren de conocimientos básicos de cómo se mueve el fuego y cuáles son sus particularidades.

Una de las principales características que hay que tener en cuenta en un incendio es que el fuego fuera de control se mueve y avanza de forma geométrica y violenta, eso significa que un incendio a llama viva en pocos minutos puede tener un avance insospechado con un aumento de la temperatura igualmente violento. Una persona no entrenada y sin elementos de protección adecuada prácticamente a los 60 o 65 grados Celsius podría estar irremediablemente muerta, simplemente porque recibirá quemaduras en todo su cuerpo, su ropa se quemará y entrará en llamas, y finalmente no podrá respirar aire caliente por cuanto esto desbaratara sus pulmones.

Las películas en general no aportan al entendimiento y conocer cómo se desarrolla el fuego. Cuando un incendio se lleva al cine los actores siempre triunfan, cruzan entre llamas que no son iguales a las de un incendio real. Lo más probable es que en un incendio su visibilidad sea cero, le lloren los ojos y no pare de toser, su sentido de orientación y forma de reconocer, no será por el sentido de la vista sino por el tacto.

Recordemos que todas las personas necesitamos oxígeno para vivir, para pensar y para movernos y en un incendio, es posible que el oxígeno baje a tal punto, que sufra una asfixia y si en el ambiente hay monóxido de carbono usted pueda intoxicarse, lo que no le permitirá actuar con normalidad a tal punto que no podrá pensar ni moverse, quedará bloqueado.

Finalmente, no está de más decir que a rescatar se aprende y se ensaya, no es factor del azar, así que aun cuando sea un acto heroico producto de las circunstancias, esta decisión debe considerar la seguridad del rescatador, del rescatado y su entorno, de otra forma quien salva pasa a ser un “temerario” que puede ser parte de un problema mayor, lo que indica que un héroe también puede morir en un incendio.

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