Rolando Maximiliano Segovia Cortés, sufría de esquizofrenia y falleció el pasado 15 de septiembre por estrangulamiento, tras ser reducido por guardias de seguridad.

De acuerdo al abogado representante de la familia, Sebastián Andrade, la querella apunta contra el personal de seguridad, acusados de someter a Segovia a cerca de 20 minutos de inmovilización y violencia. La acción legal también considera a otros terceros que participaron en la agresión.

Según el abogado, existían antecedentes suficientes para que la Fiscalía ordenara la detención de estos guardias. Sin embargo, a pesar de que los guardias están identificados, aún no hay imputados ni formalizados en el caso.

El representante legal de la familia, detalló que “ha pasado una semana y todavía no tenemos ningún imputado, no tenemos ninguna formalización, no tenemos detenidos, no tenemos certezas. Es más, la causa aún se encuentra en flagrancia, no ha pasado a la Fiscalía Local de la Florida“.

Asimismo, la familia también acusa un total abandono por parte del centro comercial que solo ofreció ayuda el día del deceso.

En esa línea, el abogado relató que “el apoyo que le han brindado a la familia ese día fue que a la mamá le pasaron una banca para que se sentara al lado de la carpa donde estaba el cuerpo de su hijo, un vaso con agua y café, mientras toda la gente transitaba por el lado. Desde ahí no los llamaron más“.

Por su parte, la madre de Segovia, Brenda Cortés, relató que su hijo ese día se desreguló luego de que una puerta en el banco se cerrara con fuerza. Y, en vez de recibir ayuda, los guardias lo trataron “como si fuera un delincuente”, insultándolo y tirándose sobre él.