El ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, descartó que el funcionamiento del Transantiago sufra un eventual colapso luego de que el Décimo Séptimo Juzgado Civil de Santiago diera inicio al proceso de reorganización de la empresa Subus Chile S.A, el segundo operador del sistema con 1.300 buses, de acuerdo a los procedimientos de la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento, que ahora denomina de esta manera a las compañías cuando caen en quiebra.

El hecho se suma a que Alsacia, el tercer operador del Transantiago con 750 vehículos, no pagó -este miércoles- 9,3 millones de dólares a sus acreedores norteamericanos, tras la colocación de bonos en Estados Unidos por 461 millones de dólares en 2011.

A pesar de ello, el ministro descartó el “colapso” de las empresas y planteó que la continuidad operativa de los servicios está “garatinzada”.

Goméz-Lobo planteó que Subus y Alsacia podrían quedar fuera de la próxima licitación del sistema en 2017 dado su mal desempeño. Junto a ello, descartó responsabilidad del Estado en la situación financiera de las empresa, tal como ayer acusó Alsacia.

La Ley de Insolvencia y Reemprendimiento permite la condonación de los compromisos financieros de quien se adhiera al mecanismo, mediante la liquidación de la totalidad de sus bienes. Sin embargo, en el caso de las empresas del Transantiago tanto terminales como buses son considerados “bienes afectos a concesión” por lo que no podrían ser liquidados.

A juicio del ingeniero en Transportes de Ciudad Viva, Rodrigo Quijada, finalmente será la justicia la que tendrá que determinar este posible “vacío legal” en un posible caso sin precedentes.

¿Qué habría gatillado la crítica situación de Subus y Alsacia? El cambio de los contratos a 30% de ingresos fijos y 70% variables, según la modificación de contratos de 2012. Un supuesto mal manejo en la ampliación de la flota de las compañías y también problemas estructurales del sistema, respecto al aumento de costos de las flotas, según comentó el exministro de Transportes de Sebastián Piñera, Pedro Pablo Errázuriz.

Actualmente, el Ministerio de Transportes y las compañías se encuentran en proceso de revisión excepcional de los contratos, dada nuevas condiciones que puedan incidir en la tarificación de los servicios entre el Gobierno y las compañías.

Por medio de un comunicado, Subus calificó como “inaceptables” los dichos del ministro Gómez-Lobo. Junto a ello, descartaron pedir un “salvataje” y plantearon que “la continuidad de las operaciones no depende solo de Subus, sino de la voluntad del Ministerio de cerrar la revisión con las adecuaciones que sean necesarias”.

Sin embargo, el representante del sindicato de trabajadores de Alsacia, Rodolfo Cid, atribuyó a un problema de “diseño del sistema de transportes”, parte de la crisis por la que atraviesan las empresas.

Se estima que el Transantiago totalizará en 2022 subsidios por 16 mil millones de dólares. Sin ello, el costo del pasaje superaría los 900 pesos, hecho que -a medida que aumentan los costos de funcionamiento- pone en jaque, nuevamente, la sustentabilidad del sistema.

Frente a la crítica situación de las empresas Subus y Alsacia, trabajadores del rubro convocaron a un paro de conductores del Transantiago para este martes 28 de junio, con el objetivo de que el Estado se haga cargo de la ineficiencia de la firmas en cuestión.