Prevén un lento cambio en los hábitos alimenticios de los estudiantes de Los Ángeles ante la entrada en vigencia de la ley que prohíbe la venta de alimentos altos en grasa, azúcares y sodio en los kioskos y casinos de los colegios.

Sopaipillas, chaparritas, completos y queques, son parte de los productos cuya comercialización estará totalmente prohibida al interior de los establecimientos educacionales desde este martes, medida cuyo cumplimiento será fiscalizado por la autoridad sanitaria.

Lino Alarcón, encargado regional de seguridad alimentaria de la Seremi de Salud Bío Bío, explicó que se iniciarán sumarios contra quienes incurran en faltas.

Carlos Lang, jefe del Departamento de Ministración de Educación Municipal, dijo que es incierta la reacción de los concesionarios y dueños de kioskos, por las consecuencias económicas que esta nueva normativa pueda significar para sus negocios.

A su vez, indicó que se prevé un cambio lento en la cultura alimenticia de los menores.

Los establecimientos municipalizados de Los Ángeles cuentan en su mayoría con kioskos o casinos, los que ahora serán fiscalizados para evitar que el número de niños con obesidad y problemas tempranos de salud sigan aumentando.