La pérdida de las casas patrimoniales se ha convertido en un fenómeno casi inevitable en Puerto Montt, en la región de Los Lagos, llevándose consigo un importante patrimonio arquitectónico y la historia de tradicionales familias de la zona.

La falta de apoyo y de guía para las sucesiones asoma como el principal problema en una legislación que “no está protegiendo” estos inmuebles.

Casa Binder

Un sitio vacío reemplazó a la casa Binder, en calle Egaña de Puerto Montt, donde estaba emplazada una de las casas con la denominación de “conservación histórica” de la capital regional. Ahora, en cambio, solo quedará el recuerdo de esta edificación, ya sea en la memoria de los vecinos, en una fotografía o en un libro de historia local.

Lamentablemente, ese es el destino de estas casas, situación que vivió en carne propia la familia Binder, que cada vez que buscaba mejorar las condiciones del inmueble se encontraba con trámites y burocracia. Situación que se agudizó cuando en 2023 un incendio destruyó el inmueble.

El siniestro dejó pérdidas totales, pero debió pasar más de un año para obtener los permisos para retirar los escombros. Luis Sánchez Binder indicó a Radio Bío Bío que le genera tristeza ver la casa, que albergó tantos recursos familiares, convertida en un sitio eriazo.

Casa Ebel

Lo propio ocurrió con la casa Ebel, donde, pese a que la familia cercó el lugar y contrató un guardia, desconocidos destruyeron el perímetro, golpearon al vigilante y el inmueble se convirtió en un lugar usado por okupas hasta que un incendio la consumió el 8 de febrero de 2024.

Carlos Ebel dijo que por años trabajaron para buscar alternativas para salvar la casa, pero no se les hizo fácil. “Hay una ley que es completamente arcaica, donde se obliga al propietario a hacerse cargo de todos los costos de mantención, incluidas las contribuciones del inmueble”.

A eso se suma un factor relevante y tiene que ver con la sucesión familiar, donde se enfrentan posiciones entre los que quieren conservar la vivienda y los que prefieren vender.

Casa Fernández

Otro de los inmuebles emblemáticos es la casa Fernández, ubicada en calle Urmeneta, que literalmente se está cayendo a pedazos. En ese caso, lo último que se supo es que el alcalde Rodrigo Wainraihgt iba a iniciar el proceso para desafectarla de sentido patrimonial, porque la vivienda, en las actuales condiciones, es un peligro sanitario y de seguridad para los vecinos de esa cuadra.

Rodolfo Norambuena Fernández calificó la mantención de la casa como “un proceso desgastante” para los herederos, sobre todo considerando que son adultos mayores. Según expuso, desde la declaración de casa patrimonial no han recibido ningún apoyo institucional.

En esa misma línea, indicó que la institucionalidad no sirve ni entrega recursos para conservar el patrimonio histórico de Puerto Montt.

Para Carlos, representante de la familia Ebel, una solución es que el Estado expropie estos inmuebles y así salvar las casas de conservación histórica.

Luis Sánchez Binder lamentó que estas edificaciones estén desapareciendo en Puerto Montt y llamó al Estado a ayudar a las familias para conservar estos espacios.

La excepción a esta norma es la inversión que se realizó para preservar la casa Pauly, convirtiéndola en un Centro de Interpretación Cultural dedicado a difundir el arte y la identidad local.

En tanto, el resto de los herederos de estas casonas espera contar con mayor ayuda del Estado para evitar que estos inmuebles se conviertan en un recuerdo de Puerto Montt.