Suena el timbre y decenas de niños corren hacia la salida rumbo a sus furgones escolares arrastrando pesadas mochilas cargando no sólo cuadernos y libros, sino que también diversas tareas, que a juicio de un grupo de senadores, agobia y estresa a los estudiantes.

Se trata de un proyecto de ley presentado por Jaime Quintana (PPD), Carlos Montes (DC), Fulvio Rossi (PS) e Ignacio Walker (DC), que busca modificar el decreto con fuerza de ley N°2 de 1998, del Ministerio de Educación, para evitar el exceso de tareas escolares.

La idea plantea que hasta ahora la Jornada Escolar Completa (JEC), no ha cumplido el rol que inicialmente tenía, con talleres que permitieran desarrollar habilidades que la educación más tradicional no consideraba, como actividades artísticas, deportivas, científicas, etc., además de realizar las tareas en la escuela y protegerlos mientras los padres estuvieran en sus trabajos.

De acuerdo a la iniciativa, estas ideas han chocado con los esfuerzos de los colegios por obtener mejores puntajes en el Simce y PSU. Y como el aumento de las horas de clases no ha sido suficiente para obtener los rendimientos buscados, se ha recurrido a extender la jornada escolar aún más, a través de extenuantes tareas que llevan los niños a sus hogares.

Y es que según el documento, un niño que dedica un tiempo excesivo a las tareas escolares (según la OCDE la media española es de 6,5 horas semanales en la ESO, pero hay niños que ya en primaria superan esa media) puede llegar a presentar síntomas de ansiedad y necesitar asistencia psicológica.

“No existe justificación para que un niño dedique tantas horas de su tiempo tras la jornada escolar a realizar tareas muchas veces mecánicamente y que difícilmente fomentan competencias”, critican.

Sebastián Beltrán | Agencia UNO

Ministra Delpiano abierta a prohibir las tareas

El tema fue el centro de la última cita de la Comisión de Educación del Senado, que tuvo como principal invitada a la ministra del ramo, Adriana Delpiano, además de representantes de organizaciones sociales.

Al respecto, Delpiano se mostró abierta a debatir el tema, aunque con ciertos matices menos drástico que el proyecto planteado por los parlamentarios.

“Partiría por enviar un decreto para impedir las tareas durante el fin de semana”, aseguró la secretaria de Estado, agregando que esto no implica “hacer una ley. Una norma así dice que no se puede mandar ninguna tarea para la casa y me preocupa que tengamos una ley en blanco o negro. Vamos a terminar con profesores que les habría gustado dar algún trabajo”.

Respecto de los cuestionamientos a la JEC, Delpiano se mostró más conciliadora, apuntando a mejorar el polémico sistema implementado por la Concertación.

“Queremos que la Jornada Escolar Completa vuelva a retomar el cauce que tenía originalmente, que es poder desarrollar los talentos de los niños en otras áreas como el deporte, el arte y las actividades extra programáticas”, sentenció.

En ese sentido, pidió que el proyecto sea debatido “en el marco de otros aspectos que tienen que ver con la calidad de la educación, para ver qué estamos haciendo bien, qué podemos hacer mejor y qué podemos recomendar de forma general y no necesariamente en una ley”.

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Expertos: Prohibir las tareas no es la solución

¿Qué opinan los expertos? Hasta ahora el debate aún no toma demasiada fuerza en los círculos académicos. No obstante, existe coincidencia en que prohibir las tareas escolares no es una buena solución.

Según Educación 2020, el abultado currículum escolar y el énfasis en “pasar materia” para obtener resultados en la PSU y el Simce, entre otros factores, incide en la necesidad de extender el trabajo pedagógico a los hogares a través de tareas.

Sin embargo, los expertos enfatizan en que “debe haber un equilibrio entre el aprendizaje que se desarrolla en la escuela y la casa. En esta última, se deben privilegiar los espacios de descanso, recreación y vida familiar”.

“Este proyecto busca ese equilibrio, pero no entrega una solución concreta”, sentencian.

El tema preocupa también en países desarrollados, como España, donde también se han elevado voces críticas en contra de las tareas escolares.

Por lo anterior, desde la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), dos expertos en Educación, Guillermo Bautista y Albert Sangrà, profesores de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, analizaron el tema, concluyendo que a fin de cuentas la solución no pasa por prohibir las tareas.

“Prohibir los deberes (tareas) no es la solución. La mayoría de prohibiciones suelen generar situaciones extremas que no son recomendables”, sentenció Albert Sangrà.

Según el experto, los deberes pueden ser útiles en determinadas circunstancias, siempre y cuando los entornos familiares sean propicios, por ejemplo para reforzar y recordar lo aprendido, para que los padres vean qué trabajan sus hijos en la escuela o para generar un espacio de diálogo a partir de las dudas que los niños puedan tener.

Guillermo Bautista, en esa misma línea, asegura que “se deben poder incluir ratos de actividad en casa, pero no precisamente en forma de hojas llenas de divisiones o de actividades de libro de texto”. Por lo mismo, plantea desarrollar otro tipo de actividades, como enseñar a los niños labores domésticas como cocinar o planchar ropa.

¿Llegaremos algún día a eso en nuestro sistema educativo? El debate ya está lanzado.

Revisa el proyecto de Ley Antitareas

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