En una nueva edición del "Podría ser otra cosa", Katherine Greene, quien reside actualmente en Konya, Turquía y que también vivió el 27-F el año 2010, relató las dramáticas horas tras los sismos en el país turco.

Un terremoto de magnitud 7,8 sacudió este lunes el sur de Turquía, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Se trata de uno de los más fuertes registrados en la región en más de 100 años, y se produjo a 23 kilómetros al este de Nurdagi, en la provincia turca de Gaziantep.

El terremoto ocurrió a las 4:17 am hora local y a unos 24,1 kilómetros de profundidad. También golpeó con fuerza a Siria y se sintió en otros países cercanos. Además, fuertes réplicas continúan azotando la región, una de las cuales alcanzó por sí misma una magnitud de 7,5.

Autoridades locales confirmaron que al menos 6.300 personas han muerto a causa del movimiento telúrico y sus réplicas, que provocó que cientos de edificios colapsaran.

En conversación con La Radio, Katherine Greene, chilena residente en la ciudad de Konya, al sur de Turquía, relató las jornadas dramáticas post movimiento telúrico e hizo un parangón con el terremoto del 27 de febrero de 2010 en Chile.

Ella relató que para el 27/F residía en Temuco, por lo que tiene interiorizada la “cultura sísmica”.

En esa línea, sostuvo que la devastación en Turquía lamentablemente se debe a la mala edificación. “Los edificios caen como arena. Aquí las normas de construcción es como armar una rompecabezas, no hay una norma que se fiscalice. Esa es la diferencia, por eso es tal el desastre. En Chile, lamentablemente aprendimos después de tanto, pero aquí -Turquía- no tienen edificios que soporten un terremoto“, manifestó.

“Acá una de las personas me decía ojalá que esto no sea un poquito más fuerte -temblor- porque mi casa se nos cae. Otra cosa es que en Chile hay una educación sísmica. Tú sabes para dónde arrancar. Acá no, acá la gente corría para todas partes y se pisaban entre ellos y uno decía ‘wao pero qué pasa"”, añadió.

Esta chilena, actualmente residente en Turquía, indicó que impactan las imágenes, porque las estructuras caen como dominó. Sostuvo que muchas de las construcciones usan espacios subterráneos, sitios donde su hija no quiere ingresar tras ver la devastación que dejó el reciente terremoto en el país.