La aparición de la variante británica del coronavirus ha generado el inicio de distintos estudios para intentar conocer mejor sus características. En Chile, a los estudios genéticos del Instituto de Salud Pública, se suma otro de la Universidad Andrés Bello.

En ese experimento, buscan determinar cuán potente es la adhesión que tiene esta variante y se advierte que esta, junto a otras mutaciones podrían dejar de hacer que el covid-19 sea más complicado en ancianos, trasladando su “preferencia” hacia los jóvenes, grupo etario que por ahora, tiene menos posibilidades de cursar una enfermedad grave, algo que podría cambiar.

La alerta por la variante inglesa del Sars-Cov-2 está, los estudios dan cuenta de un muy probable aumento de entre un 30 y 50% en la posibilidad de infección del virus.

La preocupación aumentó el viernes cuando el primer ministro británico, Boris Johnson, también informaba de la posibilidad de que pueda ser más mortal.

Hay distintas particularidades de la variante que se están observando y a través de distintos estudios se intenta comprobar cada una de estas.

Dichas características las detalló la presidenta de la Sociedad de Microbiología de Chile, Claudia Saavedra, entre ellas, que está afectando a más personas de 20 años.

Ya el Instituto de Salud Pública (ISP) con un consorcio de universidades hacen pruebas para reconocer a tiempo la variante británica y aplicar otros estudios para su conocimiento.

En la Universidad Andrés Bello, también iniciaron un experimento en el que a través de un software buscan conocer la interacción que tiene la corona del virus o proteína spike con la proteína humana y ver qué tan fuerte es la unión, incluyendo la evaluación de la variante británica.

Pero justamente esto, de que este tipo de virus pueda estar afectando a más jóvenes y que incluso el promedio de edad de infección normal haya bajado a los 39 años, puede estar asociado a su adaptación.

El director del centro de bioinformática de la UNAB, Danilo González, dijo que la experiencia histórica hace que no se pueda descartar que más adelante el virus deje de afectar mayormente a los adultos y acianos y haga más infecciones en los jóvenes, algo que justamente podría conocerse con el estudio.

Así, explica el doctor González, mientras más jóvenes se infecten aunque sean asintomáticos, el virus va adquiriendo la información necesaria y en su afán de adaptarse para sobrevivir, podría mutar para justamente afectar de mejor manera a los menores de 39 años.