La comisión de Hacienda de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó la idea de legislar la ampliación de los créditos Fogape, que se revisarán durante la tarde de este miércoles en la Sala de la corporación. Tanto la oposición como los gremios de la pequeña y mediana empresa, sin embargo, advierten que la tasa de interés de los préstamos requiere un límite establecido por ley.

Tal como había sido comprometido con bancadas oficialistas y de oposición, el Gobierno presentó esta semana un proyecto que establece una segunda línea de los créditos con garantía estatal Fogape, una iniciativa denominada Fogape Reactiva.

En concreto, la iniciativa modifica las normas del Fogape original, ampliando el plazo máximo del crédito desde cuatro a cinco años, y establece que a través de esta segunda línea de créditos se podrá financiar no solamente capital de trabajo, sino que también inversión y deuda vigente, lo que permite, por ejemplo, repactar la deuda inicial.

La comisión de Hacienda de la Cámara comenzó este miércoles el debate sobre el proyecto, donde el punto que generó más debate también tiene que ver con las tasas de interés.

El Fogape original consignó por ley una tasa máxima de 3% más la Tasa de Política Monetaria, que en este caso se flexibiliza con el fin de que las empresas que representan mayor riesgo para los bancos —por lo cual no pudieron acceder en primera instancia— reciban estos préstamos.

En representación de los gremios agrupados en Convergencia Pyme, Roberto Rojas —presidente de la Confederación Gremial Nacional Unida de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, Servicios y Artesanado (Conupia)— advirtió que esto podría tener efectos contraproducentes.

“Esta idea de liberar las tasas para nosotros es perverso. Una pyme desesperada va a tratar de recabar fondos de donde sea y si le cobran un 10%, un 12%, va a tener que sobre endeudarse. Ahora el problema es cómo va a pagar después ¿van a venir los remates?, entonces, para nosotros liberar la tasa lisa y llanamente puede ser un buen negocio para la banca pero muy mal negocio para las pymes”, sostuvo.

En contraparte, el diputado de Renovación Nacional, Miguel Mellado, señaló que hay que ser realistas respecto de las políticas de riesgo y solvencia que aplica la banca.

“Lo que estamos haciendo es que las pymes puedan tener acceso al crédito. La gente de los restoranes, de los hoteles, del turismo en general está muy complicada, y esos, con la tasa actual, la banca no les va a prestar plata, si la banca no es el Hogar de Cristo, entonces el punto es que tenemos que dar, que llegue flujo a las pymes, pero llegue flujo de acuerdo al riesgo de cada uno”, opinó.

Aun así, el diputado independiente Pepe Auth consideró que es fundamental exigir algún límite a esta política, y no dejarla al completo arbitrio de la banca.

“Yo no estoy dispuesto a apoyar una tasa flexible así, sin algún requisito que establezca límites, un límite respecto del mercado, de la tasa promedio del mercado, una banda… Pero un límite abierto puede significar finalmente que el proyecto termine beneficiando principalmente a los bancos a costa del mundo pyme”, aseguró.

El riesgo en el primer Fogape fue un aspecto trascendental, de hecho, según un estudio de la Asociación de Emprendedores de Chile que se expuso, si bien un 97% de los préstamos fue a pymes, el promedio de los recursos entregados fue de un mes de ventas, siendo que el tope era tres.

El oficialismo, en todo caso, presentó indicaciones para que esta norma pueda contemplar un tope máximo en estas tasas de hasta 8%, un debate que ahora se está resolviendo en particular y luego tendrá que ser ratificado en la Cámara, a las cinco de la tarde.