El Gobierno dio inicio a la campaña “Chile se está secando”, luego de que el 2019 fuese uno de los años con menores precipitaciones en la historia.

Con la iniciativa se busca concientizar sobre el uso eficiente del recurso y además, se invertirán 110 mil millones de pesos para la tecnificación del riego en alrededor de 20 mil hectáreas de campo.

En otras palabras, esta es la principal estrategia del Ejecutivo para hacer frente a la década más seca de la historia del país, con el fin de evitar el temido racionamiento del recurso vital.

Bajo el lema de “Chile se está secando”, la administración estatal pretende concientizar en el uso del agua, detallando medidas cotidianas que marcan la diferencia.

Por ejemplo, indicaron, ducharse en menos de 3 minutos, lavarse los dientes con un vaso de agua y lavar las verduras en una fuente y no con el agua corriendo.

El ministro de Agricultura, Antonio Walker, quien recordemos ha sido cuestionado por poseer derechos de agua mediante tres agrícolas, señaló que se invertirán 110 mil millones de pesos para tecnificar el riego en alrededor de 20 mil hectáreas de campos, lo que reducirá a la mitad el uso del agua en ese ítem.

Durante el 2019, y debido a la extrema sequía, el Gobierno dictó 15 decretos de escasez hídrica en 129 comunas entre las regiones de Coquimbo y el Maule.

Además, impulsó decretos de emergencia agrícola en 119 comunas y zona de catástrofe en Coquimbo y Valparaíso.

En tanto, sobre la posibilidad de tener que racionalizar el uso del recurso, el ministro Moreno señaló que están trabajando para que eso no suceda.

“Todos debemos colaborar ahorrando agua en nuestra vida diaria y esta campaña es un llamado urgente para que todos nos sumemos, porque aunque no podemos evitar la sequía, si podemos ayudar con simples acciones en nuestra vida diaria podemos aportar cuidando un recurso cada vez más escaso”, indicó también el secretario de Estado.

Según datos entregados por el Ejecutivo, es el undécimo año consecutivo en la región Metropolitana que las precipitaciones están bajo el promedio histórico, mientras que en noviembre de 2018 y 2019, el caudal del río Mapocho disminuyó en un 63%.