A solo horas de conocerse los primeros resultados de la elección presidencial, ya se comienzan a establecer los paralelos respectos a las encuestas y crifras electorales, dejando en evidencia un alto margen de error respecto al panorama planteado por las consultas efectuadas por el Centro de Estudios Públicos (CEP) y Cadem.

Lo anterior, tomando en cuenta que dichas encuestas le daban una amplia victoria al exmandatario Sebastián Piñera, con un 44,4% en el caso de CEP y un 42% en el caso de Cadem, escenario similar -pero a la inversa- respecto a la abanderada del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, a quien se le otorgaba un 13% (CEP) y un 8,5% (Cadem). Cifras bastante lejanas a lo informado desde el Servicio Electoral (Servel) y que también aplican a Alejandro Gullier.

CEP

Respecto al estudio llevado a cabo por el CEP -abarcando el período septiembre/octubre-, la diferencia es de casi 8 puntos en el caso Piñera (44,4% versus 36,6).

Guillier, carta de Fuerza de Mayoría, proyecta a favor casi un 3% más en su resultado final de primera vuelta (19,7% contra 22,64%).

Asimismo, Beatriz Sánchez presenta una de las diferencias más marcadas -respecto a proyecciones con resultados reales-, con un margen a favor de cercano a un 12% (20,34% versus 8,5%).

Cadem

En el caso de Cadem, el escenario es igualmente dispar, ya que en su consulta llevada a cabo en noviembre, se daba como ganador a Sebastián Piñera con un 42%, un 6% menos a lo indicado desde el Servel.

Alejandro Guillier, por su parte, obtenía en dicha encuesta un 20%, casi tres puntos menos de los alcanzados en primera vuelta presidencial.

En el caso de Sánchez, vuelve a repetir su “remontada” luego que la Cadem le diera un 7% menos (13%) a sus preferencias alcanzadas.

Panorama que pone en tela de juicio los métodos utilizados por ambas encuestas, teniendo en cuenta la segunda vuelta presidencial del 17 de diciembre.

Los porcentajes entregados a las tres primeras preferencias corresponde a un 81,75% de las mesas escrutadas.