La Unión Europea (UE) aseguró este lunes estar preparada para la posibilidad de que Estados Unidos acabe implantando aranceles a su acero y aluminio, aunque aseguró que quiere evitar una guerra comercial con Donald Trump.

El presidente estadounidense decidió excluir temporalmente a la UE de los aranceles al acero (de 25%) y al aluminio (10%) importados a Estados Unidos. Pero la exclusión temporal termina este martes 1 de mayo y podría no ser renovada.

La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, tenía previsto entrevistarse este lunes con el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, pero sin esperanza de que la exención de la UE de los aranceles se convierta en permanente, como pide Bruselas.

“Los contactos tuvieron lugar a todos los niveles”, dijo este lunes el portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, en una rueda de prensa. “Somos pacientes pero también estamos preparados”, aseguró.

“Las discusiones siguen su curso, estamos esperando”, apuntó por su parte una fuente europea, que espera que Trump tome una decisión en las próximas horas.

Varios socios comerciales de Estados Unidos, como Canadá, México y la Unión Europea, también están exentos temporalmente de estos aranceles, pero para seguir estándolo Washington les pide más concesiones.

Es el caso de Corea del Sur, que finamente aceptó reducir sus exportaciones de acero a Estados Unidos y a abrir todavía más su mercado a los automóviles estadounidenses.

“Uno de los problemas es el del tratamiento equitativo de los automóviles y nos gustaría ver concesiones por parte de Europa”, dijo la semana pasada el principal consejero económico de Donald Trump, Larry Kudlow.

Sin embargo los europeos aseguran que no empezarán a negociar con Washington hasta que se confirme la exención permanente de los aranceles al acero y el aluminio y acusan a China de ser la principal responsable del exceso de oferta mundial en este sector.

La UE, “dispuesta a reaccionar”

El presidente francés, Emmanuel Macron, la canciller alemana, Angela Merkel, y la primera ministra británica Theresa May advirtieron de nuevo el domingo a Estados Unidos contra sanciones comerciales, y advirtieron que la UE está “dispuesta a reaccionar, en caso necesario, con eficacia y celeridad”.

Macron y Merkel estuvieron en Washington la semana pasada para intentar convencer a Trump de dejar a la UE fuera de los aranceles.

En las últimas semanas, Bruselas ha estado preparando además su respuesta a posibles sanciones comerciales de Estados Unidos, pero con medidas que respeten al mismo tiempo la normativa de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

La medida más inmediata sería imponer de manera “focalizada y proporcionada” decenas de productos estadounidenses emblemáticos, como el tabaco, el bourbon, los pantalones vaqueros o las motos.

Aunque en abril los representantes de los países de la UE aprobaron una lista de productos, todavía faltan algunas semanas para que se pueda aplicar la medida.

Bruselas también podría presentar una denuncia ante la OMC argumentando que los aranceles estadounidenses, justificados en nombre de la seguridad nacional, sirven en realidad para aventajar a sus empresas.

Sin embargo, un recurso ante la OMC podría tardar años.

La Comisión Europea también puso en marcha ante la OMC un proceso que dentro de unos meses debería permitirle aplicar las llamadas medidas de salvaguardia para compensar las sanciones estadounidenses.