El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, remarcó el lunes que es un “grave error” acusar a su país de estar detrás de las protestas que vive Cuba.

Aquello al señalar que son “reflejo” de un pueblo “profundamente cansado” y de “la mala gestión y represión” de las autoridades cubanas.

En una rueda de prensa, Blinken respondía así a la acusación del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, que “gente mercenaria pagada por el gobierno de Estados Unidos” ha sido la encargada de organizar las protestas.

Díaz-Canel también atribuyó al embargo comercial estadounidense que pesa sobre la isla buena parte de la grave crisis humanitaria y sanitaria que atraviesa el país.

“Sería un grave error por parte del régimen cubano interpretar lo que está sucediendo en docenas de pueblos como producto de (una actuación de) Estados Unidos”, señaló el jefe de la diplomacia estadounidense.

Las protestas, afirmó Blinken, obedecen a que el pueblo cubano “está profundamente cansado” de la “represión, mala gestión de la economía, la falta de alimentación adecuada y una mala respuesta a la pandemia de covid” por parte de las autoridades cubanas.

“Son un reflejo del pueblo cubano, no de Estados Unidos o un actor extranjero”, recalcó.

Las protestas del domingo fueron las más fuertes que han ocurrido en Cuba desde el llamado “maleconazo” de agosto de 1994.

El alzamiento se produce con el país sumido en una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia fuera de control y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos y rutinarios cortes de electricidad.