Colombia dio luz verde a la fabricación de textiles, alimentos o bebidas a base de cannabis y a la exportación de la planta con fines medicinales.

El presidente Iván Duque firmó el decreto que “elimina la prohibición de exportación de flor seca”.

Esto, durante un acto organizado en Clever Leaves, una de las 18 multinacionales que cultiva cannabis medicinal en Colombia.

Así, el país “entra a jugar en grande en el mercado internacional” del cannabis, destacó el mandatario.

Colombia, el principal productor de cocaína del mundo, legalizó la producción de cannabis medicinal en 2016.

Hasta ahora solo estaba permitido exportar extractos de la planta, mas no sus flores.

Según Eduardo Barrera, de la empresa Cañamonte, el veto a las flores obedecía al “miedo” de las autoridades por un eventual desvío al narcotráfico.

En una carta enviada al presidente Duque, el gremio argumentó que esta regla les impedía “acceder al segmento de mercado más grande”.

Las flores, que concentran los compuestos medicinales y sicoactivos de la planta, “pueden estar representado el 53% de este mercado”, dijo Duque.

La nueva norma también permite la fabricación de “derivados no sicoactivos” de la planta.

“Ya no estamos solamente en uso farmacéutico. Estamos abriendo el espacio para hacer mucho más en cosmética (…) alimentos y bebidas”, enfatizó el mandatario.

Fabián Currea, director de cultivo de Cañamonte, dijo que levantar la prohibición de exportar flores “da la posibilidad de explorar nuevos mercados”. De este modo, buscan aprovechar los bajos costos de producción de la planta en Colombia.

La norma también “ayuda a controlar el mercado informal de productos fraudulentos” a base de marihuana que ha tenido un “boom” reciente en Colombia, agregó Currea

El gobierno estima que para 2024 el negocio del cannabis medicinal puede llegar a ser una industria de 64.000 millones de dólares.

Otros países de la región como Uruguay, Ecuador y Perú también han legalizado la producción de marihuana con fines medicinales.